Esta mañana el constitucionalista Aníbal Quiroga, abogado de José Peláez, sustentó ante el CNM por qué el exfiscal de la Nación debe ser absuelto en el proceso que se le sigue por remover a nueve incómodos fiscales en Áncash. Pero, ¿qué tan convincente y sólido fue su alegato? Veamos.
Escriben: Daniel Yovera / Thalía Montes
Igual que su destituido colega Carlos Ramos Heredia, el fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, está procesado en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) por las decisiones que tomó entre los años 2011 y 2012 sobre asuntos vinculados a Áncash y a investigaciones penales seguidas contra el expresidente de esta región, César Álvarez.
Peláez había pedido la palabra para ir al CNM y explicarles a los nuevos consejeros –Orlando Velásquez, Guido Águila e Iván Noguera– por qué es inocente. Pero no apareció, y en su lugar acudió su abogado, el reconocido constitucionalista Aníbal Quiroga.
El jurista dio inicio a sus alegatos con referencias al recorrido de Peláez: que nunca tuvo sanciones en su vida, que tiene trayectoria democrática, que nunca se sometió a la dictadura fujimorista, y que fue el fiscal del juicio a Alberto Fujimori.
Si bien es cierto que Peláez fue el fiscal supremo titular en el megajuicio contra el hoy reo de la Diroes, en estricto, quien sustentó la acusación penal y la teoría de la Fiscalía a lo largo de todo el proceso fue el fiscal superior Avelino Guillén Jáuregui.
Pero el motivo de este informe es el proceso contra Peláez en el CNM, es decir, las decisiones que tomó el entonces fiscal de la Nación sobre nueve fiscales que en plenas investigaciones por hechos de corrupción fueron removidos, rotados o, simplemente, cesados de sus cargos.
En ese sentido, ¿la exposición del doctor Quiroga llegó a cubrir los flancos débiles de Peláez o, por el contrario, los ha dejado aún sin soldar? Daremos cuenta de tres momentos claves de la presentación del constitucionalista.
1. EL CASO DEL FISCAL CHECA
El jurista Aníbal Quiroga recordó esta mañana que en 2012 la Oficina de Control Interno, que entonces dirigía Carlos Ramos Heredia, sometió a proceso disciplinario al fiscal anticorrupción de Huaraz, Luis Checa Matos, y posteriormente lo sancionó con la medida de abstención.
¿Qué correspondía?, se preguntó el doctor Quiroga, y respondió: la conclusión de su nombramiento como fiscal, y así lo hizo Peláez con la Resolución de Fiscalía de la Nación No 877-2012.
El defensor de Peláez narró luego que Checa apeló tal decisión, y que a propuesta del doctor Peláez la medida abstención fue revocada, incluso con el voto suyo, es decir, favorable a Checa.
“Entonces, ¿en dónde está la inconducta del doctor José Peláez Bardales?”, preguntó Quiroga.
Los hechos:
Es importante tener en cuenta las fechas y el contexto respectivo para poder tener un panorama más completo.
El fiscal anticorrupción Luis Checa Matos, personaje sumamente incómodo para la gestión de César Álvarez, había encontrado indicios de corrupción y sobrevaloración en obras emblemáticas ejecutadas por el gobierno regional, como, por ejemplo, el estadio Rozas Pampa. En octubre de 2011 ordenó por teléfono intervenir un vehículo del gobierno regional porque transportaba supuestamente dinero. Ello le valió una denuncia de Álvarez, que fue amparada por Ramos Heredia.
Como exjefe de Control Interno, Ramos abrió prontamente proceso contra Checa y en marzo de 2012 lo sancionó con la citada abstención y lo privó de su sueldo. Y aquí viene lo importante.
Ciertamente, Checa apeló y el 5 de julio del mismo año él mismo acudió a la Junta de Fiscales Supremos para sostener su posición. El 21 de setiembre los fiscales supremos sometieron a votación la apelación, levantando la mano a favor suyo los fiscales Pablo Sánchez, Gonzalo Chávarry y Gladys Echaíz. ¿Cómo votó Peláez? A favor de que continúe la sanción, es decir, contra Checa.
Pero, ¿en algún momento Peláez votó a favor de Checa? Sí, posteriormente.
Como en diciembre de 2013 Ramos Heredia había solicitado la destitución definitiva de Checa, este pedido se sometió evaluación y voto en la junta de fiscales supremos el 30 de abril de 2014. Allí sí, Peláez votó para dejar sin efecto la sanción contra el fiscal de Huaraz. A este voto favorable fue que se refirió el doctor Quiroga.
Pero reiteramos la fecha: 30 de abril de 2014. Ya para entonces, Áncash era un hervidero por el asesinato de Ezequiel Nolasco ocurrido un mes y medio antes, y el régimen de César Álvarez se debilitaba rápidamente, pues todas las lupas apuntaban a esa región buscando hechos de corrupción y crímenes. ¿Antes del crimen de Nolasco, Peláez habría votado a favor de Checa?
2. EL CASO DE LA FISCAL MORENO
Quiroga sustentó que el cambió de despacho de la fiscal superior anticorrupción Nancy Moreno –considerada “enemiga” por Álvarez y su entorno– dispuesto y firmado por Peláez, se produjo porque sobre la magistrada pesaban “serios cuestionamientos”.
El primer cuestionamiento era que el esposo de la fiscal Moreno, el ingeniero Ismael García, trabajó en el Proyecto Especial Chinecas en los tiempos de César Álvarez; y el segundo, que en los tiempos de Fujimori y Montesinos archivó el caso de los nueve desaparecidos del Santa.
“Había razones para su cambio”, sostuvo Quiroga.
Los hechos:
En efecto, el esposo de la fiscal Moreno laboró durante muchos años en el Proyecto Especial Chinecas, que depende del Gobierno Regional de Áncash, pero lo hizo incluso antes de que Álvarez asumiera la presidencia. “Ese hecho no me compromete en nada”, dijo en su momento la fiscal.
En 2010 el esposo de la magistrada volvió a Chinecas, pero solo hasta enero de 2012, en que renunció. En marzo del mismo año, Moreno fue designada fiscal superior provisional anticorrupción del Santa y, contrario a cualquier interpretación, se convirtió en una de las fiscales más hostigadas por César Álvarez por su labor frente a hechos de corrupción.
Sobre los desaparecidos del Santa, este emblemático caso de derechos humanos fue rescatado de los archivos judiciales en diciembre de 2012 por los denominados “periodistas comandos” de Álvarez y por el entonces presidente del Frente de Defensa del Santa, Víctor López Padilla –hoy procesado junto a Álvarez– para intentar el descrédito de la fiscal.
En efecto, a mediados de los 90, Moreno fue la fiscal encargada de investigar la desaparición de los nueve jóvenes campesinos, y de acuerdo a los archivos de la época la acusación contra los integrantes del “Grupo Colina” estaba lista y emitida ya la citación a Santiago Martin Rivas. Pero Fujimori aprobó la “Ley de Amnistía” y el caso se truncó y fue archivado.
Cuando el citado López Padilla y los “periodistas comando” iniciaron su campaña contra Moreno –diciembre de 2012– los familiares de los nueve desaparecidos protestaron en una conferencia de prensa contra ese intento de desprestigio y respaldaron a la magistrada.
“En todo momento hemos agradecido el apoyo de la fiscal, que tuvo la valentía de buscar cada lugar para avanzar con la investigación”, señalaron los deudos.
No obstante ello, en mayo de 2013, cuando en CNM evaluaba el nombramiento de Moreno como fiscal superior anticorrupción, el consejero Vladimir Paz de la Barra –a quien han vinculado sucesivamente con Álvarez– votó contra ella con el argumento de los desaparecidos del Santa.
3. EL CASO DE LOS 4 FISCALES DE ‘LA CENTRALITA’
Quiroga también manifestó que el fiscal Peláez tomó la decisión de remover y posteriormente apartar del Ministerio Público a los cuatro fiscales que allanaron ‘la Centralita’ porque el entonces fiscal de la Nación había recibido un informe del entonces máximo fiscal superior del Santa, Dante Farro, en donde le dio cuenta de las irregularidades cometidas en aquella diligencia.
De acuerdo a Quiroga, debido a esas “irregularidades”, el informe de Farro solicitaba la remoción de los cuatro fiscales.
Los hechos
En efecto, el fiscal Dante Farro hizo un informe de dos páginas y media, pero como apreciará el lector, en ninguna de las líneas Farro pide la remoción ni menos la destitución de los fiscales.
No solo eso. El 19 de noviembre de 2014, en una entrevista concedida a Lamula.pe, Farro ofreció más detalles de las razones que lo llevaron a elaborar el informe que ahora evoca Peláez.
“A mí me pidieron el informe el 14 de julio (de 2011) a las 9:30 a.m., al día siguiente de la visita de (César) Álvarez y (Heriberto) Benitez (al despacho del fiscal de la Nación, José Peláez)”, dijo.
Agrega luego: “Una persona de la Secretaría General me dice “doctor Farro, por encargo de la Fiscalía de la Nación, prepare usted un informe sobre lo que sucedió ayer”. Me llamó dos veces el secretario general, Eduardo Cueva Poma, y luego también me llaman de Control Interno (en ese entonces, al mando de Ramos Heredia). Con mi informe, ponen en la resolución (de Paláez) “visto el Informe 015”. ¡No, pues! O sea, ¿utilizar mi informe? Si en mi informe en ningún momento yo pongo que se les destituya a los fiscales”.
Enseguida, este portal le preguntó a Farro si fue forzado a elaborar dicho informe. Respondió: “Sí, sí, sí. Y a dios gracias no puse que se les destituyera, porque no era mi sentir. (Ello fue) Forzado por el fiscal de la Nación”.
Los integrantes del CNM que decidirán el destino final del fiscal José Peláez deberían tomar en cuenta estos detalles.
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