Tensión e indignación. Ese es el escenario en la provincia arequipeña de Islay tras la muerte de un obrero en un enfrentamiento con la Policía, que precede al nuevo intento de diálogo que se dará entre los dirigentes que se oponen al proyecto minero Tía María y cuatro ministros de Estado.
Esta mañana, en Mollendo, concretamente en el sector de Catarindo, grupos pequeños de manifestantes se enfrentaron a agentes en el segundo día de paro en esta ciudad, donde no hay transporte y los mercados están cerrados. Se bloquearon las vías hacia Matarani. Hay cuatro policías heridos, uno de ellos se encuentra grave.
El deceso de Henry Checlla Chura, quien recibió dos impactos de proyectil de arma de fuego compatible con perdigón de plomo según la necropsia de ley, generó una marcha en la plaza de armas de Arequipa con la presencia de diversos gremios, que acordaron movilizarse todos los días mientras dure el conflicto y la represión policial, reportó El Búho.
Estudiantes se suman a protestas
En tanto, esta mañana un grupo de estudiantes de la Universidad San Agustín (UNSA) tomaron las instalaciones de esa casa de estudios para mostrar su apoyo a los agricultores del Valle de Tambo que rechazan el proyecto minero de Southern Copper. Con carteles en mano que rezaban “La UNSA consciente defiende a su valle”, algunos universitarios treparon a las puertas de ingreso del área de Sociales.Mesa de diálogo
Este mediodía, cuando el paro contra Tía María entra a su día 45 en el valle de Tambo, este mediodía se instalará la mesa de diálogo con la presencia de cuatro ministros de Estado y los representantes de la provincia en conflicto.
La reunión tendrá la mediación del comisionado para Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo, Rolando Luque, y asistirán los ministros del Interior, José Luis Pérez Guadalupe; de Agricultura, José Benites; de Energía y Minas, Rosa María Ortíz; y del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal. También participará la gobernadora regional Yamila Osorio.
La ministra Ortíz dijo en Canal N que no hay otro camino para encontrar la “paz en Islay” que no se dé en el marco del diálogo y el respeto al estado de derecho.
“Ellos (los manifestantes) han usado a la Defensoría para dirigirse a nosotros y nosotros, a través de la Defensoría, hemos aceptado este diálogo”.