El premier Pedro Cateriano se presentó hoy en el Congreso para buscar el voto de confianza y decidió cerrar su mensaje con una reflexión sobre el tema más espinoso por el que atraviesa actualmente el gobierno: el proyecto Tía María.
Y se refirió especialmente a los abusos cometidos por efectivos policiales, que mataron al campesino Victoriano Huayna Nina y 'sembraron' un arma a Antonio Coasaca, entre otros atropellos.
"No cabe, en ninguna circunstancia, el uso de la fuerza ni la violación permanente de la ley. Debemos sancionar a las autoridades que se exceden en el uso de sus funciones. No podemos imponer mediante la fuerza bruta un proyecto a una región."
De esta forma, parece que a Cateriano no le quedó otra que bajar el tono y retroceder en su postura sobre Tía María. Recordemos que, cuando estuvo en Arequipa, se olvidó de su perfil dialogante y expresó su dureza contra los opositores al proyecto, a quienes llamó "radicales".
"Exhorto al presidente del Poder Judicial y la Fiscalía para que apliquen la constitución y la ley", dijo aquella vez.
Hoy, ya más moderado, agregó: "Un instrumento capital es el diálogo. Debemos evitar cualquier tipo de confrontación de la sociedad civil y de las autoridades".
Igual, dijo que su gestión hará todo lo posible para que Tía María siga adelante.
"Como autoridades estamos obligados a agotar todos los medios para que la población sopese la importancia de un proyecto como Tía María. Arequipa tiene en agenda 7 mil millones de dólares en proyectos de inversión minera. No se les puede negar un futuro a sus pobladores."
Así, parece que Cateriano sigue devanéandose entre la confrontación y la mesura. Lo único seguro es que le hará falta mucha muñeca para lidiar con este enorme problema.
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