Después de que Taylor Swift criticase a Spotify el año pasado y retirase toda su música de la aplicación, cada vez más músicos y representantes de sellos discográficos están dudando de la efectividad del modelo de música 'freemium' (que ofrece un servicio 'premium', pero es gratis).
Rolling Stone, conversando con varias fuentes anónimas de los altos rangos de los sellos y a partir de declaraciones públicas de músicos como Bjork, llega a la conclusión de que lo más probable es que, a fin de año, el modelo de Spotify o cambie o desaparezca por completo.
Lo que pasa es que Spotify, al ofrecer toda la música que se produce de inmediato y gratis, no parece tener un buen gancho para jalar suscriptores a su servicio. Una de las fuentes de Rolling Stone cree que "necesitamos acelerar el crecimiento de las suscripciones pagadas – esa es una forma un poco más positiva de decir que tenemos que limitar lo que es gratis".
Tanto músicos como sellos discográficos han empezado a quejarse de que, bajo el modelo de Spotify, sus ingresos por canción son mínimos. Bjork, por ejemplo, que aun no ha cedido su último álbum, Vulnicura, a Spotify, dijo que el modelo era 'demente', y que "quizá Netflix es un mejor modelo. Primero, vas al cine, y después de un tiempo la película llega a Netflix. Quizá ese es el camino para el streaming".
Pero Spotify insiste en no hacer excepciones en su modelo gratuito, argumentando que cualquier cosa que la gente no pueda escuchar gratis la conseguirá por medio de piratería.
¿Quién ganará la lucha entre Spotify y los sellos discográficos? Lo que está claro es que, para que los sellos y los músicos puedan ganar más, Spotify tendrá que cobrar más. Si se niega a hacerlo, quizá tenga que ceder su lugar a un modelo más dispuesto a satisfacer los bolsillos de los productores.
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