Juan Javier Salazar (Lima, 1955) ha sido miembro de los colectivos de arte Parentesís y Huayco E.P.S., ambos esenciales para entender la gestacion y el devenir del arte contemporáneo nacional. Siempre alejado del circuito oficial, su trabajo se centra en buscar en lo ordinario las ideas de una obra conceptual que suele lidiar con lo extraordinario. La vida en sociedad, los problemas de pareja, la búsqueda de la identidad, el reciclaje de lo popular son algunos de los puntos de partida recurrentes en su larga trayectoria.
Su agudeza y lucidez lo mantienen en un cuestionamiento permanente sobre su oficio, la factura y la exhibición del objeto artístico; es desde ahí que su obra genera una fricción entre lo político y de lo estético. El trabajo de Salazar parece siempre estar inacabado y en proceso, haciendo un alarde de la austeridad y la precariedad como elementos decisivos para la materialización de su pensamiento.
Juan Javier Salazar... Anda suelto, su más reciente muestra retrospectiva en el Centro Cultural de San Marcos, es la excusa perfecta para conversar con el artista. A continuación la conversación, donde Salazar demuestra que a sus sesenta años sigue siendo uno de los artistas nacionales más críticos y contundentes del país.
- Me gustaría empezar hablando de tu paso por la escuela de Bellas Artes y luego sobre tu participación en Paréntesis y Huayco. Incluso en ese momento, tu trabajo ya tenía una impronta personal muy marcada, que lo destaca dentro de ambos colectivos.
Es una manera de decirlo. La otra manera es decir que siempre estoy como a la sombra del poder. Que aparezco detrás de un montón de cosas. Que son intentos, intentos e intentos.... A veces hay cosas que funcionan; el trabajo de Sarita Colonia, por ejemplo, hace una fusión entre el marxismo-leninismo de moda en Latinoamérica en esa época y las prácticas de brujería popular. Poniéndolo en términos crudos, claro; en términos del contenido real lo que queríamos lograr una obra que hiciera milagros.
"Somos una especie de gueto, al que se quiere convertir en un objeto de culto y que en realidad no ha pasado nada. Se trata de llenar la historia con lo poco que tenemos. Pero en el fondo todo es una manipulación de mercado".
- Porque además la apropiación de la pieza por la gente fue casi inmediata.
Sí. Fue una sintonía. Esa es una cosa que, creo, es una de las grandes virtudes que puede tener un grupo de arte en determinados momentos. Por eso es más interesante como grupo, que como una cosa individual. Ese es uno de los problemas de Huayco, siempre se hace una jerarquización del grupo. Cuando lo más interesante es verlo democráticamente; con todas las peculiaridades propias de cada uno e incluso con los devenires individuales que son bien particulares. La conferencia en el Centro Cultural de San Marcos del martes, era un complot planificado: en su aparente pequeñez es un gran símbolo; porque realmente en San Marcos se ha pensado y se ha soñado el país. Yo tenía ganas de hacer un planteamiento o una huevada de ese tipo, pero con todo el floreado ya era casi imposible. Además no había tenido el tiempo para planificarlo; porque ando dando entrevistas y el coctelito, el homenaje... esas son las cojudeces que son los baches antes de la inauguración.
'ALGO VA' PASAR' de la serie Arte al Paso, E.P.S. Huayco - Juan Javier Salazar / foto: google art project - mali
A mí la cuestión mediática me parece importantísima; justamente de lo que me quejo es de eso: somos una especie de gueto, al que se quiere convertir en un objeto de culto y que en realidad no ha pasado nada. Se trata de llenar la historia con lo poco que tenemos. Si creo que hay algunas obras que son de nivel y que van a mantenerse. Pero en el fondo todo es una manipulación de mercado. Se da una cosa que es tan indignante como ridícula: que es que en el Perú hay cuatro museos de arte contemporáneo privados y ninguno estatal. El Museo de Arte Contemporáneo de San Marcos es un remedo o un inicio de lo que podría llegar a ser una colección de arte contemporáneo en un local apropiado. Siento, en ese sentido, una gran mezquindad en todos lados; mientras que los futbolistas en otros países donan hospitales a sus ciudades natales, los nuestros exhiben su colección de relojes. Hay una especie de cultura de eso; a los grandes coleccionistas de arte nunca se les ha ocurrido hacer un museo público. Yo en esas cosas soy una lacra. Un día le tomaba el pelo a Testino y le decía: cualquier imbécil colecciona arte, ya una persona que regala arte a un museo estatal es un poquito mejor, pero tú con la plata que tienes me podrías ayudar a meter mi cuchara en esta sopa que es la cultura peruana; para darle una movidita. Por unos diez millones de dólares le digo, y de ahí eso solo se va a mover. Ese es el tipo de proyectos que me gustaría hacer.
"Hay tantas cosas en esto, para mi es una obsesión de años. Mi abuelo era pintor, entonces mi vieja de algún modo me obligó a ser pintor. Yo lo he disfrutado porque es una especie de pasaporte diplomático, un paraguas existencial. Te permite ser excéntrico sin estar preso".
- Eso tiene que ver también con que aquí las colecciones nunca son razonadas, las colecciones privadas no han sido realmente pensadas.
Pero ya me llegó ese nivel de fetichismo de la obra única, de la colección y de la valoración absurda. Entonces la idea es que todos los artistas venden aire y nosotros vendemos cosas. La maldición del objeto ya la tenemos encima.
Hay tantas cosas en esto, para mi es una obsesión de años. Mi abuelo era pintor, entonces mi vieja de algún modo me obligó a ser pintor. Yo lo he disfrutado porque es una especie de pasaporte diplomático, un paraguas existencial. Te permite ser excéntrico sin estar preso. Por eso la muestra se llama Anda suelto. Porque he conseguido llegar hasta acá sin meterme en mayores problemas y llevando una vida totalmente irregular, en términos de lo que es convencional. A veces hablo con gente que me dice: no se puede vivir sin esto, esto y esto... Y me pregunto qué les pasa.
Perú... país del mañana / foto: fb de juan javier salazar
- Volviendo al comienzo de tu trabajo...
Quiero reivindicar una cosa, porque siempre se pone a Franscisco Mariotti como la matriz intelectual de Huayco y es, directamente, ese complejo que tenemos con los europeos. Entonces quiero reivindicar que yo venía de Portugal. Que es un modesto país europeo, pero que en mi caso fue riquísimo como experiencia cultural. Porque luego de estar en el colegio de los maristas en San Isidro, fui a un colegio nacional donde estaba el partido comunista y el servicio de inteligencia del ejército y en el que si te jalaban dos veces de año te ibas cuatro años a la guerra en África. El cambio fue radical. Yo era extranjero y no me iba a ir a la guerra, pero vi todo el problema.
los chelos / FOTO: FB DE JUAN JAVIER SALAZAR
Cuando estuve en Liverpool hace unos años, en parte fui porque iba a ir un mozambiqueño y quería ponerme en paz con él. Fue alucinante, lo retrocedí a un día en que su viejo estaba siendo llevado preso por la policía y él tenía nueve años; estaba llorando y pensando que no lo iba a volver a ver más. Yo en Lisboa a la misma hora, con catorce años, en una latitud diferente estaba entrando al colegio. Fue como un viaje, en el que lo retrocedí a ese momento. Al día siguiente su viejo salió y yo seguí mi colegio. Pero fue una manera bien loca de poner las cosas en paz. Él nunca ha querido ser mi amigo por internet, porque en el fondo había un detalle racista que no se podía evitar. Yo soy muy racial, en términos de la etnicidad de las cosas y de las culturas, me encanta. Me parece que sin eso el mundo perdería su sabor. Después me enteré de que era primo del presidente de Mozambique y de una familia de poder, que el PC se había enquistado, que tenían su propio Miraflores; que vivían de espaldas al país. Pasan cosas bien complejas, como esa. Y yo hago unos puentes bien elásticos entre las cosas, es de ahí que salen las obras; que a veces son tan interesantes que parecen obvias. El trabajo es bien obvio cuando lo ves, pero está lleno de significados.
"La droga de elección en el mundo de las artes plásticas es la cocaína. Y la cocaína tiene un elemento paranoico, de hibridez y de frialdad que morfológicamente se traduce en un ambiente como el de las artes contemporáneas y también del mercado".
SIN TÍTULO / FOTO: DIFUSIÓN - CENTRO CULTURAL SAN MARCOS
- Tu trabajo no se trata de encontrar las metáforas en la realidad; sino es hacer, de alguna manera, el camino inverso. Es parte de una reflexión cotidiana.
En eso hay una cosa bien divertida y obvia también. Que es que la droga de elección en el mundo de las artes plásticas es la cocaína. Y la cocaína tiene un elemento paranoico, de hibridez y de frialdad que morfológicamente se traduce en un ambiente como el de las artes contemporáneas y también del mercado. Es gracioso; el otro día conversábamos con un galerista de Sao Paulo. Y el tipo todo sorprendido, porque yo le decía: la única vez que Hélio Oiticica menciona al Perú es para decir que, para la cultura brasilera el arte alemán es más importante que el arte peruano. Después nunca aparece la palabra Perú en toda su historia. Luego muere de una sobredosis de cocaína, complicada con otras cosas. La cocaína en realidad es el grave error que los alemanes han cometido sobre el Perú. Porque ellos fueron los que sintetizaron y concentraron una cosa que acá funcionaba socialmente. Las cosas dan muchas vueltas. Para mí era como una ofensa de este tipo, que era un gran artista, pero era como decir que aquí no pasaba nada. Yo le decía al galerista: ustedes tienen el arte de manejo de masas más brutal del mundo, entre el futbol y el carnaval. Después todo este arte es de estatus y en realidad la cultura brasilera en Europa está representada por el travesti y el jugador de futbol. No hay una ciudad mediana en Europa que no tenga un show de travestis brasileros todo el año. Siempre he tenido este chauvinismo, cuando estaba fuera, de que el Perú era una especie de fantasía. Cuando regresaba me daba cuenta de que estaba vendiendo una yucasa y que somos una horda salvaje.
SIN TÍTULO / FOTO: DIFUSIÓN - CENTRO CULTURAL SAN MARCOS
Una de esas veces, estaba regresando de la bienal de cuenca. Medio dormido en el segundo piso de un bus. De repente en el puente internacional entre Ecuador y Perú el aire cambió. Eso me despertó, porque además el aire estaba iluminado y tenía ruido. Cuando miré por la ventanilla estaba la panamericana interrumpida por el concurso de belleza local y estaban todos en la pista. El policía y el delincuente, el violador y el violado, la madre de familia prostituta, todas las dicotomías de la sociedad peruana estaban ahí con unas luces increíbles. En el estrado había unas gorditas apretadas en vestidos de tela brillante y la iluminación estaba tan mal hecha que los brillos volaban por todos lados. Eso fue lo que me despertó. Finalmente, atrás vi el letrero: Miss Aguas Verdes. Y me dije: ya estoy de vuelta.
Es un país mágico en esas cosas; si hubiera un soporte económico más entretenido, yo le hubiera hecho cosquillas a esta situación toda mi vida. Lo he hecho parcialmente.
Ceramio / FOTO: FB DE JUAN JAVIER SALAZAR
A donde voy hago lo que me interesa. Eso me hacía gracia porque durante unos años fui una especie de éxito internacional de provincias, porque siempre iba a Cali o a Cuenca. Lo prefería así también, porque hay una gran cantidad de competencia de egos en los sitios centrales en los sitios principales. Pasaba, además, como un tío de provincias porque siempre era el más viejo. A mí me ha tocado la guerra interna y nunca tuve ni interés ni oportunidad de acceder a este mundo no sé si jet set, pero sí de muchos viajes que tiene ahora el mundo del arte.
- Me gustaría hablar un poco sobre tu forma de trabajo y el uso de la intuición que incorporas. Que tiene que ver mucho también con la idiosincrasia peruana. Porque creo que eres de los pocos que no lo hace desde afuera, entonces es un reflejo realmente honesto del país. A veces pareciera que incluso estas dándole herramientas a esa misma idiosincrasia, para ponerla en evidencia.
Hay un montón de cosas que parecen mitos y que son las informaciones que se me quedan clavadas por sus conceptos o significados. Uno de esos detalles, que me gustaría alguna vez confirmar, es que algunos dados precolombinos de seis caras no van del uno al seis sino del cero al cinco. Me parece que en la ideología precolombina había un espacio para el vacío y la improvisación que es donde se crea la magia. Alguna vez, Andrés Soto me dijo que la música afroperuana era diferente a todas las del mundo porque tenían eso. Un momento musical del vacío. Que toda la música afro del mundo es repleta, muy de toquecitos y ritmos cortos, pero aquí hay un momento de vacío. Eso lo puedes sentir en la zamacueca y el landó. En ese vacío es donde se hacían las cosas más finas en la música afroperuana. Cosa bien rara, porque imagínate que la cosa afroperuana venga a asociarse con esta cosa que los chinos decían cuando llegaron, que este era el país de las colinas de arena. Vacío, casi zen.
CERAMIO / FOTO: FB DE JUAN JAVIER SALAZAR
Después está todo este drama étnico, que desemboca en sarcasmo. No sé si es Basadre el que cuenta un momento mágico de la sociedad peruana; que es cuando los cholos y los negros luchan codo a codo, saqueando las bodegas de los chinos durante la invasión chilena de Lima. Esas cosas son como magias malditas, asociaciones kafkianas. Me he dado cuenta con los años que, efectivamente, como no tengo la habilidad pictórica de mi abuelo que era un campesino analfabeto que aprendió a pintar solo y te sacaba el alma en una servilleta, he terminado haciendo un arte de ingenio. Se puede hacer cosas inteligentes, pero cuando las cosas inteligentes se vuelven mágicas es cuando realmente vale la pena. Y para eso tiene que haber una dejadez. Por eso te mencionaba lo del dado, efectivamente antes hubo una capacidad de improvisación mágica, del último momento; a mí eso me ha salvado de apuros muchas veces.
"El problema que hay en el Perú es que el mercado del arte es insuficiente y elitista. Y no hay una recepción para la cantidad de artistas que se producen. Y hay muchos de buena calidad, no es que sean mucho mejores afuera y las limitaciones que tienen son básicamente las de-formaciones de las escuelas. Pero el material antropológico es nuestra ventaja comparativa".
- De algún modo, eso a lo que te refieres ha estado desde el comienzo en tu trabajo y es como el reverso del oficio. Porque podríamos estar mirando un montón de cosas conceptuales que se quedan en el guiño ingenioso y no llegan a hacer que suceda realmente algo.
En ese sentido, yo quisiera ser gremial. El problema que hay en el Perú es que el mercado del arte es insuficiente y elitista. Y no hay una recepción para la cantidad de artistas que se producen. Y hay muchos de buena calidad, no es que sean mucho mejores afuera y las limitaciones que tienen son básicamente las de-formaciones de las escuelas. Pero el material antropológico es nuestra ventaja comparativa.
Tengo historia de un viaje al Cusco, que es una muestra de eso. Al llegar, abro el periódico y en la página central está el siguiente titular: Laguna cusqueña se traga camioneta del INC con cuatro funcionarios.
un milagro mejorado / foto: fb de juan javier salazar
En esas cosas el Perú es un encanto, y es una pena que haya sido deformado y lumpenizado por una política de gobiernos que pareciera ya una política de estado, porque ya son varios. Entonces a un gobierno que no invierte en cultura ya estamos acostumbrados, la cultura tiene vida propia. Puede vivir sin apoyo del estado. La música chicha es ejemplo de eso. Pero un gobierno que invierte en estupidizar a su país es una cosa extraordinaria. Sabemos que aquí se ha hecho ese daño. Y ese daño se ha multiplicado porque funciona económicamente. A los Miró Quesada no se les ocurrió mejor cosa que copiarle el estilo a la mafia de Fujimori y Montesinos, porque era necesario para competir. Al final la competencia acabó y se quedó el estilo, que ellos, que han tenido una familia de filósofos y educadores no han tenido ningún asco en reproducir.
Yo siento eso en el mundo de las artes. Ves mucha gente blanqueando dinero. Magaly Medina es una gran compradora de arte y claro, es una manera de sentirse ficho después de haber vendido mierda tanto tiempo.
- Hay esta capacidad tuya para encontrar, en lo inusitado, la pequeña muestra que habla del todo. Eso está muy presente en tu trabajo, como en esa pieza 'Trampa para arqueólogos y antropólogos'.
Pero a veces las anécdotas pueden ser mejores. Estaba un día en una comida con unos médicos amigos de mi hermana. Y uno de ellos contaba que era especialista en tumores de huesos. Una eminencia, que tenía que cortar y parchar huesos tres o cuatro veces seguidas en una mañana. Al salir de ahí se iba a Collique a tirarse en paracaídas. Esa gente existe, todo está lleno de este tipo de historias. El médico un día vio a un pata caer, al que no se le abrió el paracaídas. Se acercó para ver su cuerpo y el hombre lo agarró de la camisa y le dijo: estoy vivo. El médico lo operó el mismo y lo salvó. Entonces la mano es el resto que el arqueólogo saca de una civilización viva y que te agarra del cogote y te dice: estoy vivo.
"Un gobierno que no invierte en cultura ya estamos acostumbrados, la cultura tiene vida propia. Puede vivir sin apoyo del estado. Pero un gobierno que invierte en estupidizar a su país es una cosa extraordinaria. Sabemos que aquí se ha hecho ese daño. Y ese daño se ha multiplicado porque funciona económicamente".
TRAMPA PARA ARQUEÓLOGOS Y ANTROPÓLOGOS, SERIGRAFÍA SOBRE LÁMINAS DE MADERA / FOTO: lamula.pe
- Estabas hablando hace un momento de...
- Ayer alguien me decía que tenía que hablar de las mujeres y el papel que han jugado en mi vida. Y tengo algunas cosas. En un momento fui bígamo y tengo este cuadro que en realidad es una crucifixión. Se llama Señor de la exaltación.
- ¿Cuánto te interesa la autoreferencialidad? Porque también hay una práctica muy tuya de repetir trabajos, de recrear piezas que desaparecieron.
Eso siempre está presente, la obra se transforma y claro también hablo sobre mi vida. Por ejemplo aquí en este cuadro: Tormenta en su vasito de vodka. Esta es una mujer con la que yo salía, que tenía cincuenta años y parecía de quince.
También hice este video NADAndo, en el que una pareja se pelea. Mientras la mujer baja la escalera, atrás suyo hay cuadros y el video se detiene y menciona cuánto cuesta cada cuadro. La mujer empieza a romperle piezas de arte encima. Mientras le rompe estos objetos encima, va saliendo cuánto cuesta cada uno. Al final la mujer agarra un Runcie de esos llenos de puntas y el hombre le dice: ¡No, el Runcie no! Y cuando el Runcie lo golpea el hombre se desdobla y se ve a sí mismo desde arriba. Luego, en un micro se va al terminal pesquero. Y ahí él es el último pez vivo que queda y se mueve entre la gente como si nadara. En medio de una carnicería horrible. Y el video termina con un statement político sobre la harina de pescado. Puedes empezar con algo totalmente existencial, una pelea de pareja y terminar con una cosa totalmente política.
Tengo también esta serie de cerámica que se llama Ex-novia rodeada por los perros de mis amigos. Aquí hay un montón de perros con la mujer, pero aquí por ejemplo ya es un perro que ha perdido la cabeza no por la mujer sino por un par de tetas. En realidad es un hombre, que se ha portado como un perro y ha perdido la cabeza.
"La muestra es una movida totalmente coyuntural y política dentro de lo que es establishment de las artes acá. El Museo de Arte de Lima, cuyo patronato está formado por todos los coleccionistas de arte del Perú, está escribiendo la historia a través de las exposiciones que está haciendo. Y yo no quiero ser uno más, porque prefiero hacerlo a mi manera".
- La muestra que estas por inaugurar es una retrospectiva.
La muestra es una movida totalmente coyuntural y política dentro de lo que es establishment de las artes acá. El Museo de Arte de Lima, cuyo patronato está formado por todos los coleccionistas de arte del Perú, está escribiendo la historia a través de las exposiciones que está haciendo. Y yo no quiero ser uno más, porque prefiero hacerlo a mi manera. Cuando he pedido ayuda a la gente del patronato nadie me ha respondido. Todo el tiempo ando respondiendo al museo diciendo que usen mi obra, que no se preocupen por los derechos de autor. Y de repente le prestaron una imagen mía a una AFP para su calendario. Por no joder les digo: está bien, pero tengan un poco de criterio porque ustedes saben que mi trabajo es de izquierda y para mí una AFP se parece a un mosquito gigante. Sería feliz de poder vivir pintando dos veces a la semana pintando cerámica. Esas piezas no las vendo como arte, sino como artesanía fina y las puedo producir a un nivel que me alcance para vivir.
Ex-novia rodeada por los perros de mis amigos / foto: fb de Juan Javier SALAZAR
- Pero eso es también un 'statement'. Aproximarse al mercado de esa manera también ha sido una forma de reaccionar a él.
Prefiero vivir de estas cosas; baratas y masivas. Al final harán una diferencia. Porque tenemos un boom económico y lo que se hace es promover gente de afuera y no invertir en la movida local. Además ni siquiera invertir en artistas hacia afuera. Además los artistas jóvenes vienen de afuera acá y se vuelven a exportar. Aquí hay gente bien talentosa, por ejemplo la obra de Gabriel Acevedo me encanta. Tiene un sentido del humor poético y en este país, que tiene el humor más chabacano del planeta.
"Una de las cosas que siempre voy a tratar de hacer es ser anti Szyszlo en mi manera de actuar".
- ¿Qué cosas te interesan actualmente?
Nunca he sido profesor y siempre me preguntan por qué. El otro día me lo pregunto un pata de un museo norteamericano y claro, algunas veces he dado conferencias allá que para ellos han sido interesantes. Pero acá los sueldos son malos y si me gustaría trabajar con otra gente, pero no es cosa de enseñar. Me interesaría trabajar en grupos, con ideas y proyectos. Ahora, por ejemplo, estoy trabajando un proyecto en Azángaro con seis grabadores de la Católica; pero ellos se acercaron por su cuenta. Tienen sus propias ideas y están trabajando muy bien.
sin título / FOTO: DIFUSIÓN - CENTRO CULTURAL SAN MARCOS
Una de las cosas que siempre voy a tratar de hacer es ser anti Szyszlo en mi manera de actuar. Uno de los problemas que ha tenido el Perú en los últimos cuarenta años es este personaje, que en el sesenta llega como pintor, diciendo que no hay pintores en el Perú. Eso es una cosa inaudita, que hoy seria ridícula. Pero claro, se asocia con la gente adecuada, la que al final hace la historia y termina siendo como un corcho en una botella de champán. Cuando al MAC le querían poner Szyszlo y la gente protestó, salió Vargas Llosa a decir que él era el único artista que hay en el Perú y que todos los demás son pigmeos. El otro día he visto un cuadro, una autopsia de Szyszlo, al que le encuentran un quiste que es Vargas Llosa y está todo lleno de pigmeos celebrando alrededor. Ese cuadro ha sido expuesto en el cerro de El Agustino por un estudiante de Bellas Artes que es un pintor muy talentoso. Este tipo de cosas me alivian, porque no las tengo que hacer yo. Me hace gracia, porque tanto Szyszlo como Vargas Llosa no me parecen lo más representativo de este país, ni de lejos. Y los dos tienen un mismo criterio de valoración cortesana muy limeña, de la cual creo que Arguedas nos despercudió definitivamente. O eso espero.
[Foto de portada: zonadenoticias.blogspot.com]
Juan Javier Salazar... Anda Suelto va en la Sala Víctor Humareda del Centro Cultural de San Marcos [Av. Nicolás de Piérola 1222 - Parque Universitario, Centro Histórico de Lima] hasta el 20 de marzo de lunes a sábado de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 2:00 a 5:00 p.m. - Entrada general: S/.3.00 / Escolares y adultos mayores: S/. 1.00
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