Después de llevar cinco meses frenándose, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el indicador de la actividad industrial china se ubicó en 49.8 puntos en enero, 0.3 menos respecto al cierre de diciembre. Una lectura por encima de los 50 puntos denota aumento, por debajo representa contracción. 

Sorprende la disminución, sobre todo porque esta variable no bajaba de los 50 puntos desde octubre del 2012. Esto genera dudas respecto al crecimiento del país asiático, la segunda economía más grande del mundo.

En un contexto en el que el año nuevo lunar chino viene acompañado de una campaña de compras ligada a la dinámica de consumo, se espera que el mercado retail compense las expectativas de fortalecimiento de la economía.

No obstante la data, las autoridades chinas aspiran despejar las inquietudes respecto a "un frenazo brusco" de su economía, asegurando que el reto ahora es la generación de empleo y no el retorno a crecimientos del producto de dos dígitos. El impacto chino se reflejó en la mayor parte de las bolsas asiáticas, que cerraron la jornada con pérdidas.