Se esperaba, pero pocos pensaron que el cambio sería tan abusivo e irrespetuoso hacia el trabajo realizado -por decirlo menos-. Esta semana, la nueva administración de la Municipalidad de Lima decidió culminar de forma radical con lo hecho por la Gerencia de Cultura e impidió incluso a sus trabajadores ingresar a las oficinas para retirar sus pertenencias.

Pero solo se trataba del primer acto de lo que a todas luces es el pobre estreno de la nueva etapa 'cultural' de la ciudad. Ayer se dio a conocer el nombre de Mónica Aurich como la nueva gerenta de cultura en la MML, y sus antecedentes hacen que el panorama se muestra aún más desalentador. ¿Qué va a suceder con lo avanzado en estos cuatro años? Porque a la gestión anterior se le podrá criticar muchas cosas con o sin razón, pero negar que se comprometió con la cultura, para beneficio de todos los limeños, es la prueba más grande de mezquindad.

Por poner solo uno de los ejemplos por los que más se está alzando la voz en las últimas horas. El Festival de Artes Escénicas (FAEL), que con solo tres ediciones ya empezaba a consolidarse como uno de las iniciativas más prometedoras de la región al ofrecer grandes espectáculos reconocidos internacionalmente en combinación con las mejores obras montadas en el país, le resulta -a juzgar por sus palabras- innecesario a la teniente alcalde, Patricia Juárez.

En entrevista brindada a CanalN el último lunes, Juárez señaló -entre otras perlas y más de una mentira- que a este evento se le destinaba una importante suma de dinero que hacía necesario evaluar su "costo-beneficio". ¿Traducción? 'Ay, no sé, es que no me queda claro si invertir y ofrecer cultura a los vecinos sea algo que valga la pena'.

¿Pero es realmente un 'derroche' de dinero como intenta deslizar la hoy mano derecha de Luis Castañeda?

Pedro Pablo Alayza, exgerente de Cultura de la Municipalidad, se la pone un poco más fácil a la cabeza de Juárez en declaraciones para TempusNoticias:

La ciudad se construye a través de obras públicas y edificios y la ciudadanía se edifica con la cultura. Esta permite la vida en sociedad (...) El FAEL de Chile es financiado por una minera y cuesta mil millones de dólares. El gobierno de Santiago lo hace porque tiene voluntad política. Si yo quiero lograr algo, veo la manera de gestionarlo. Las declaraciones de Juárez demuestran incapacidad.

Pero ok, no nos enfoquemos solo en el FAEL. En Lima este año se ha hecho mucho más como bienales de fotografía y festivales como el Lima Vive Rock entre otras. Hubo actividades para todo tipo de público de acuerdo al gusto de este. Dicho en fácil: como para que este escoja. ¿Tiene sentido entonces que la señora Juárez diga que es a muy pocos limeños los que se beneficia con estas iniciativas?¿Como queda Lima -¡Plaza de la Cultura Iberoamericana en el 2014 nada menos!-, si sus autoridades hoy ponen en duda si conviene o no invertir en Cultura?

Y Alayza nos vuelve a dar la clave con esta interesante explicación en entrevista a Perú21 en noviembre:

La anterior gestión le destinaba dos millones de soles por año a la cultura. El primer año lo subimos a seis y, luego, a 15. Nosotros hemos invertido en la ciudad, en la gente. En los últimos cuatro años hemos gastado 50 millones de soles, que es poco dadas nuestras necesidades: Bogotá invierte 100 millones de dólares por año; Quito, 20 millones de dólares. Lima es patrimonio de la humanidad. Afirmar que porque somos pobres no podemos invertir en cultura es una barbaridad. No podemos dejar de darle cultura a la gente, es un servicio básico como la salud, la educación, la seguridad ciudadana. ¿Cuánto se gasta en la represión de la violencia? ¿Cuánto se ha invertido en la prevención? Hacer mejores ciudadanos ¿no es acaso mejor y más barato? Esta ecuación es fundamental, la cultura tiene un elemento pacificador: lo entendieron en Nueva York, en Medellín, en las ciudades más violentas del mundo. Sin un mínimo de desarrollo de la imaginación, ¿cómo formamos a las personas? La cultura no es rentabilidad, es un servicio. ¿Acaso a alguien se le ocurre pedirle rentabilidad a un hospital o a un colegio? Lo mismo sucede con la cultura.

¿Entenderá Juárez con esto cuál es el 'beneficio' de brindar cultura a los limeños? ¿no?

Jimena Ledgard en Espacio 360 nos pinta un panorama más objetivo desde lo que significa trabajar en gestión cultural.

En Perú, hacer gestión cultural es hacer casi de kamikaze. Pocos creen en lo que haces y luego hay algunos que creen pero ni entienden. Es un esfuerzo a contracorriente, donde hacer bien tu trabajo te amerita portadas en los diarios (nada elogiosas) y comentaristas bravucones dedicándote horas de espacio radial. Entre los que te acusan de elitista y los que te insultan por populista, no alcanzarían las horas del día para responder a cada ataque que hay que soportar (...) Hoy, las noticias que nos llegan de la alcaldía no son buenas. "Evaluaremos el costo-beneficio del FAEL", dijo Patricia Juárez, corroborando nuestros peores miedos. El Museo Metropolitano está cerrado y el programa de Pequeños Lectores, que debía empezar hoy, no ve todavía la luz. El Teatro Municipal se ha quedado sin equipo. Las redes de Lima Cultura Mml llevan una semana en silencio.

Y no, no es broma...

Aquí vemos dos posibles explicaciones: a Castañeda y compañia -como demostrara en sus gestiones anteriores-, la cultura le importa muy poco, o por puro revanchismo político están decididos a traerse abajo todo lo construido en una de las mejores etapas vividas en la Gerencia Cultural de la Municipalidad que su ego le impide reconocer.

Es que Castañeda, Juárez y demás parecen querer meternos en la cabeza la idea de que la gente solo quiere cemento, escaleras, hospitales, 'monorrieles'. '¿Cultura? No, Luchito, esas son cojudeces de los caviares'.

Pero insistimos: eso es lo que quieren hacernos creer.

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