La visita a Nuevo Chimbote con ocasión de la Feria del Libro que su municipalidad distrital organiza (y que ya va por su séptima edición) ha permitido conocer un proyecto cultural impulsado por un grupo de jóvenes de la localidad, cuyo principal objetivo es incentivar el hábito lector entre sus conciudadanos.

El nombre de esta propuesta innovadora —y ciertamente necesaria— es Biciteca.

Sin duda, la presencia del prefijo "bici" llama la atención de inmediato. ¿Qué tienen que ver aquí las bicicletas? 

Es simple, Biciteca es una biblioteca itinerante que se estaciona en distintos rincones de la ciudad, presta libros a cualquier persona que se le acerque (a condición de que deje sus datos y devuelva el libro en un determinado plazo de tiempo) y que luego continúa con su recorrido, precisamente sobre una bicicleta que ha sido especialmente adaptada para esta actividad.

La experiencia surgió en Trujillo en 2013 y este año ha llegado a la ciudad portuaria. De acuerdo a sus planes, en 2015 llegarán a Chiclayo y Cajamarca. 

Lucía Urbina, una de las integrantes del colectivo de voluntarios a cargo del proyecto, señala que, fuera de la Feria del Libro, la oferta cultural de Chimbote (y Nuevo Chimbote) es pobre, por no decir nula. Existen algunas instituciones que ofrecen talleres de música o dibujo, pero no más. 

Aquí, cualquier persona con intención de entretenerse tiene como únicas opciones o un paseo por los centros comerciales o una visita a las discotecas. Así que si se tiene inquietudes artísticas, la situación resulta aun más desoladora.

"no vendemos libros. los prestamos"

Es cierto que el trabajo de la municipalidad ha encontrado en la fundación del Fondo Editorial un primer motor de desarrollo cultural para la región. Entre 2013 y 2014 se ha publicado cinco libros que vienen a ser una muestra valiosa y representativa de la producción literaria de esta parte de Áncash. Sin embargo, todavía quedan muchas cosas por hacer.

Es allí que Biciteca cumple un papel relevante. La expresión "Si Mahoma no va a la montaña, entonces la montaña viene a Mahoma" se cumple claramente con su trabajo. Pues si no existen espacios adecuados para las personas que quieran leer, o si no existen campañas masivas para que los libros les parezcan atractivos a todos aquellos que por diversas razones no gustan de leer, entonces ir por ellos, buscarlos, estar más cerca, viene a ser, sin duda, una solución inteligente.

esta es la bicicleta de la biciteca de trujillo. los chicos de chimbote ya están preparando la suya

Otro aspecto que merece ser resaltado es que se forma un vínculo de confianza con los usuarios del servicio. Lamentablemente hay algunos libros que no han regresado. Pero son pocas las ocasiones en las que ha ocurrido algo así. Ya sean niños, adultos o personas mayores, nadie quiere dejar de regresar los libros.

Sin duda alguna, esa confianza ayuda a crear una suerte de intimidad entre los lectores. Y sabido es que la lectura es un acto de compromiso voluntario, ya sea para entretenerse o para aprender. Si se lleva a cabo como una obligación o una imposición, no sirve, no prospera.

Actualmente Biciteca funciona como un proyecto autogestionario. Quien deseé ayudar a estos chicos —como haciéndoles llegar ejemplares para donárselos— pueden ubicarlos a través de su página oficial en Facebook.

Ellos y todos sus lectores se los agradecerán.

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