Alfredo Bryce Echenique, uno de los principales narradores de nuestra tradición literaria, fue invitado a la Feria Internacional del Libro de Santiago. 

Los organizadores habían programado su presencia para el jueves 30 de noviembre, en una actividad que llevaba el nombre de “Encuentro de Jóvenes Lectores con Bryce”, y que se iba a realizar en la Sala de las Artes del Centro Cultural Estación Mapocho.

La ocasión, aunque loable, puesto que nunca está de más incitar el contacto con el escritor que ha generado fascinación en uno, resultaba también un claro intento de pretender limpiar la tan mancillada imagen de Bryce, luego del escándalo mediático y judicial en el que se vio envuelto un par de años atrás, cuando el asunto de los plagios se volvió un tema que traspasó nuestras fronteras.


"Un error inaceptable"

Si no, basta recordar lo que sucedió en 2012, a propósito de su obtención del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, un galardón que habitualmente se otorga en México —en el marco de la prestigiosa Feria del Libro de Guadalajara—, pero que en el caso de Bryce tuvo que ser entregado en su hogar, en Lima. 

Y esto porque diversos integrantes del sector literario local se opusieron al fallo, debido a las circunstancias en las que se hallaba el autor de Un mundo para Julius: acusado de una decena de plagios detectados en sus artículos periodísticos. 

Uno de ellos fue el novelista y ensayista Juan Villoro, quien en una columna ("La ética del oficio") publicada en el diario Reforma dijo lo siguiente: 

Aprecio a Bryce Echenique como persona y como el memorable autor de Un mundo para Julius y La vida exagerada de Martín Romaña. Su destino está asegurado, sus libros se seguirán leyendo y sus chistes, ya legendarios, seguirán animando nuestras reuniones. (...) Pero hay algo que no puede soslayarse: Bryce robó al menos 16 trabajos ajenos. El plagio es el equivalente literario del dopaje deportivo o la negligencia médica (...) El delito de Bryce contra los derechos de autor ya fue sancionado en tribunales. Otro jurado, el del Premio FIL, decidió que esto no afectaba su valoración. Me parece un error inaceptable.

Otros de los que se opusieron al premio para Bryce fueron unos estudiantes mexicanos agrupados bajo el nombre de Liga Universitaria de Defensa de la Literatura, quienes difundieron un video con la intervención que realizaron en las instalaciones de la FIL Guadalajara.


Reacciones en Chile

Unos días antes de la actividad a la que había sido destinado Bryce, exactamente el martes 28 de octubre, en el portal El Mostrador, se informó que dos nuevos textos plagiados habían sido detectados. Al frente de la denuncia estaba la bibliotecaria e investigadora chilena María Soledad de la Cerda. 

Cerda quien, por cierto, es descrita por el portal de noticias como la persona que: "ha invertido una buena parte de su tiempo en detectar los plagios de Bryce, lo que la ha llevado a ser citada como experta en el tema por varios medios de comunicación de prestigio en habla hispana", escribió días después, el 4 de noviembre, un artículo al respecto, al cual tituló: "El plagio, el nuevo género de literatura de los poderosos".

En él, la investigadora condena la invitación hecha a Bryce, sobre todo que se le presentara ante un grupo de jóvenes, ya que su persona estaba manchada éticamente por el caso de los plagios.

Además, opinaba sobre el ilícito accionar del novelista: 

Un autor de la talla de Bryce recibe alrededor de US$500 por columna. Cada columna suya se publica al menos en tres medios. Adicionalmente Bryce ha sacado al menos dos libros con la recopilación de ellas, que han figurado entre los libros más vendidos. Estos mismos temas han sido tratados por él en conferencias y charlas que ha dictado tanto en España como en diferentes países de América Latina. Ese dinero, por lo tanto, no le pertenece y su postura respecto a la piratería de libros es, por decir lo menos, contradictoria con su propia conducta.


Los dos nuevos plagios

¿Pero quiénes han sido los afectados ahora? El portal El Mostrador reprodujo los fragmentos más evidentes del plagio. Estos son:

El primer artículo fue publicado el 13 de enero de 2002, en el diario La República, y fue escrito por la periodista Elizabeth Cavero. Llevaba el título de "Viejo Conocido". 

Supieron de sus negros antecedentes desde el inicio. Conocían que había sido acusado de falsificar firmas de sus superiores, expulsado del Ejército por desertor y enjuiciado en el fuero militar por vender información sobre armamento a un gobierno extranjero. Tampoco desconocían que años después amasó dinero como abogado de narcotraficantes extranjeros ni de su corrupta influencia en el Poder Judicial. Por si fuera poco, estaban bien informados sobre cómo lo seducía el poder. Pese a todo, los oficiales del gobierno de los Estados Unidos escogieron seguir trabajando con el ex capitán Vladimiro Montesinos Torres, cuando éste se consolidó como “el poder detrás del trono” del presidente Alberto Fujimori, en 1990.

En la revista mexicana Nexos, apenas unos meses después, el 1 de mayo de 2002, Bryce Echenique publicó la columna “Archiconocido”.

Supieron de sus negros antecedentes desde un inicio. Sabían que había sido acusado de falsificar firmas de sus superiores, expulsado del ejército por desertor y enjuiciado en el fuero militar por vender información sobre armamento a un gobierno extranjero. Tampoco ignoraban que años después amasó dinero como abogado de narcotraficantes extranjeros ni de su corrupta influencia en el poder judicial. Por si fuera poco, estaban bien informados sobre cómo lo seducía el poder. Pese a todo, los oficiales del gobierno de Estados Unidos escogieron seguir trabajando con el ex capitán Vladimiro Montesinos Torres, cuando éste se consolidó como “el poder detrás del trono” del ex presidente Alberto Fujimori, en 1990.

El segundo artículo le pertenece a Manuel de la Fuente y fue publicado en el suplemento "Blanco y Negro" del diario español ABC, el 24 de mayo de 1998. 

Sinatra anunció su retirada, pero una y otra vez volvía a los escenarios. Había perdido algo de sitio, pero no perdió pie y siguió marcando el paso del éxito con canciones como Strangers in the night, My way, New York, New York y nostálgicas apariciones en la televisión y coliseos de todo el mundo, como España, que visitó en 1986 y 1992. Se le apagaba la voz, pero su estilo siguió siempre encendido. Fue amigo de presidentes –Roosevelt, J, F. Kennedy, Reagan– compartió mesa y mantel con mafiosos como Lucky Luciano y Sam Giancana –sin embargo, todos los cargos que le imputó el FBI fueron rechazados años después…

Una década luego, el 19 de marzo de 2008, en la revista Caretas, el novelista escribió:

Sinatra anunció su retirada, pero una y otra vez volvía a los escenarios. Había perdido algo de sitio, pero nunca perdió pie y siguió marcando el paso del éxito con canciones como “Strangers in the night”, “My way”, “New York, New York” y nostálgicas apariciones en la televisión y coliseos de todo el mundo, como España o Brasil, que visitó en 1986 y 1992. Increíble cómo se le apagaba la voz, pero en cambio su estilo se encendía cada vez más, hasta lo inimitable, hasta lo único, hasta la perfección. Y fue amigo de presidentes –Roosevelt, J. F. Kennedy, Reagan–, compartió mesa con mafiosos como Lucky Luciano y Sam Giancana. Sin embargo, todos los cargos que le imputó el FBI fueron rechazados años después.

¿Coincidencias? ¿Almas gemelas? ¿Otra vez intervino su "secretaria"?


Y en Lima se dijo...

Nada. Como nada tampoco dijo el novelista sobre estos dos últimos descubrimientos.

Y es que medio mes luego del artículo de Cerda, Bryce fue entrevistado para el también portal chileno Revista Lecturas. Juan José Podestá, el periodista a cargo de la nota, no dejó de tocar el tema de los plagios. Fue así que le preguntó si este era un asunto que aún le molestaba. Esta fue la respuesta:

Me molestó mucho en su debido momento, pero la fiscalía ante la cual se presentaron los cargos, me absolvió totalmente, se dio el caso por archivado definitivamente.

Pero, regresando a Lima, no deja de llamar la atención que los principales medios locales, aquellos que suelen amplificar cualquier noticia que vincule a artistas o escritores peruanos en el mundo, ahora hayan optado por callar.

Creyeron que era una noticia "repetida". O que "un plagio más qué importa".

Solo un medio como diario Exitosa le dedicó unas líneas a las declaraciones de Cerda. Más allá de eso, la noticia terminó pasando desapercibida.

Es cierto que la literatura y la ética son esferas autónomas, y que el grado de bondad de una persona no asegura la calidad de sus obras. Se puede ser un cínico y escribir como un genio. 

Pero en estos tiempos, en los que cada vez nos dejamos someter por el "roba pero hace obra" (más que precisa aquella frase), resulta necesario no quedarse callados ni conformes con hechos como estos. 

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