Un grupo de veinte manifestantes encapuchados incendiaron la puerta del Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano, luego de que derribaran las vallas de seguridad de los alrededores.
Los disturbios tuvieron lugar al término de un marcha multitudinaria que demandaba el retorno con vida de los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre. La manifestación había partido en la sede de la Procuraduría General de la República (Fiscalía mexicana) y llegó hasta el Zócalo de la capital mexicana.
Cuando se dio por concluida la protesta, un grupo de manifestantes se dirigió hasta el Palacio Nacional. Luego de tirar las vallas de seguridad intentaron derribar la puerta con las estructuras metálicas.
Pero luego vendría lo peor. Movidos por la indignación lanzaron todo tipo de objetos, incluidas bombas caseras. No obstante, el fuego fue controlado por el sistema automático de incendios.
Estos eventos se producen un día después de que la Fiscalía mexicana informará que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron asesinados y quemados por miembros del cartel "Guerreros Unidos", según el testimonio de tres de los 74 detenidos.