América Latina está empezando a mirar de una manera distinta las políticas sobre drogas. Al norte de la región, EEUU, uno de los principales promotores de las políticas prohibicionistas en materia de drogas en el mundo, ha agregado cuatros estados más entre los que han decidido regularizar el consumo y distribución de cannabis. 

En el Perú, la situación es distinta. Al parecer, se está quedando rezagado con una ley que tiene una contradicción muy peligrosa: el usuario puede tener una cantidad de droga máxima que no sea punible, pero está penado producirla o distribuirla. ¿Entonces cómo?

Perú se queda atrás

Lo que afirman los detractores de la legalización es que el Perú no está preparado para este cambio. Argumentan que lo ocurrido en EEUU es lejano; sin embargo, no consideran los casos de Uruguay, Chile, Colombia, México y Guatemala. Además, la manera en la que enfocan el tema de las drogas, considerando la situación de la salud mental, es equivocada. Para aclarar este asunto, LaMula.pe conversó con Mangelickx Jerome, del Centro de Investigación sobre Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).

"Los detractores en Perú buscan erradicar el consumo, de tal manera criminalizan a quienes la usan. No se hace una verdadera prevención. El discurso de "a la droga dile no" simplemente no funciona. La salud mental asociada al uso problemático de drogas representa una parte muy reducida del universo de usuarios. No todos los usuarios (sea cual sea la droga de su elección y la frecuencia de uso) son adictos o desarrollan problemas de salud mental. Sin embargo, solo se habla de estos casos. Por ende, la opinión pública asume que las drogas son muy malas; cuando no es así. La prohibición no previene ni disuade el consumo así que le conviene al Estado buscar otras maneras de convivir con las drogas y educar a la gente (con un discurso sincero y abierto, basado en datos científicos - y no en creencias absurdas)", afirma.

¿Qué se debe hacer? Jerome propone las siguientes medidas para estar a la altura de los cambios regionales en materia de políticas de drogas:

1) Que el Estado deje de criminalizar al usuario (en calles, comisarías y centros de rehabilitación, por ejemplo) y se adecuen con la Ley.

2) Que despenalicen el auto cultivo de marihuana.

3) Que abran el debate sobre marihuana para uso médico.

4) Que inviertan en prevención, educación y reducción de daños.

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