La última vez que vi a Diazepunk en vivo fue cuando telonearon a Bad Religion en octubre de 2011. En ese concierto me sorprendió la formación pues ya no estaban Gutty Makino, guitarrista, ni Javier Landa, bajista. Fueron reemplazados por Daniel Willis, de D'mente Común, y Jose Luis Vizarreta, de Play Attenchon.

Es difícil encontrar una sola vena de dónde aparece el punk melódico en el Perú. Podríamos retroceder hasta Delirios Krónicos, pasar por Futuro Incierto, Inyectores y, si se quiere, terminar con Diazepunk, en un póker de cuatro bandas que podrían resumir más o menos tres décadas de punk melódico peruano. No menciono a otras bandas porque la mayoría se desprenden musicalmente de las mencionadas.

Diazepunk marcó el punk melódico peruano de la adolescencia post Fujimori que descubrieron el punk rock violento con NOFX, No Use for a Name, Bad Religion, MXPX, Descendents, Propaghandi, Lagwagon, Rancid, Strong Out, Social Distortion, y demás vinculadas a Fat Records y Epitaph, discografías que reúnen a las mejores bandas del género hace ya más de veinte años. Este género es un hijito de lo que algún momento hicieron The Clash, Ramones Sex Pistols, pero ese es otro tema. 

Así pues, Diazepunk se instala en esta corriente de punk melódico peruano, muy influenciado por las bandas anteriores, y con un mensaje político potente, con letras en las que el hombre se relaciona con la ciudad a través de la soledad y el desamor. 

En la década pasada, hubo una gran movida de punk donde las mejores bandas se reunían en los recordados festivales Rock en el Parque. Diazepunk tocó en varias ediciones. En el video abajo, los podemos ver más jóvenes y flacos, haciendo un punk con letras de amor, skate, decepciones, y la soledad en la ciudad que caló profundamente en adolescentes que terminaban el colegio alrededor en los primeros años de la década pasada.  

En este video, vemos a Diazepunk con un sonido más serio y contundente que el video anterior. Por ahí que esta es la mejor época de la banda. La canción pertenece a su segundo álbum "Bajo en serotonina", grabado con los románticos teclados de Anais Blondet.  

Más allá del pogo y la potencia, Diazepunk se convirtió en una banda clave del punk melódico de la década del 2000, al punto de ser infaltable en los conciertos de Barranco, Comas, Ate o Los Olivos, todas las semanas, por años consecutivos. Muchos dicen que el cambio de formación inicial, sobre todo la salida de Gutty, mermó la fuerza de los Diazepunk, aunque cuando los vi con Bad Religion la presencia de Daniel Willis les daba un sonido más rockero y poderoso. El veloz pie de Mauricio Llona, el baterista, -muy conectado siempre con los intensos rasgueos de Takeshi Nakankari- le daba un sonido inigualable a la banda en vivo, marcado siempre por el bombo más rápido de la escena peruana. 

Todos los que escuchamos bandas gringas o europeas de punk y terminamos el colegio alrededor de 2005 caímos en Diazepunk como la banda que marcó nuestra época en la que poguear y tomar cerveza era una rutina infaltable los fines de semana. ¡Por favor, no cierre el bar! Hoy no nos olvidamos de Diazepunk, Asmereir, Aeropajitas, Futuro Incierto, Metamorphosis,  Inyectores y el antiguo 6 Voltios. No los olvidamos. 

Estas líneas recordarán a Diazepunk siempre como tal vez la última mejor banda de punk melódico en el Perú. No sé si después hubo mejores.

¡Hasta pronto, Diazepunk!

Mis cinco favoritas de Diazepunk:

1.-

2.- 

3.-

4.-

5.-

Bonus Track:

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