Una vez más el diario El Comercio esparce imprecisiones entre el uso de drogas y la delincuencia. En el artículo "La adicción a la droga acompaña el 95% de los actos delictivos" vemos cómo el diario quiere explicar la delincuencia como un fenómeno consecuente a la adicción a las drogas, cuando el problema es más complejo que eso.
Se lee:
Un adicto a las drogas siempre pierde el control. Golpear, robar y hasta matar a sus familiares pueden ser las peores consecuencias de esta enfermedad. Así sucedió el martes último, cuando Geri Rodríguez degolló a su abuelo de 80 años luego de que este lo sorprendiera robando en su hogar.
Cuando corroboran su noción de delincuencia-drogas con el ejemplo de Geri Rodríguez, generalizan como si eso siempre se diera de esa manera. La delincuencia no es consecuencia exclusiva de padecer de alguna adicción, es el medio social en el que se vive el que influencia ello, las situaciones de riesgo social donde las autoridades no han enfrentado problemas de educación, salud y seguridad, además de los problemas familiares. Asimismo, cuando sostienen que un adicto pierde el control, esta frase es del todo alarmista, ya que no especifica qué es lo que se sale de control.
Además, si uno entra a la nota linqueada sobre Geri Rodríguez, quien mató a su abuelo para robarle, una no encuentra ninguna referencia a que se le encontró drogas luego de ser intervenido por la policía. No hay ninguna referencia al respecto.
Luego dicen, citando a una profesional:
Al respecto, la psicóloga forense, Silvia Rojas, explica que una persona que no siente remordimiento de sus actos y además tiene adicción a las drogas es muy peligrosa para la sociedad. "Hablamos de alguien con rasgos psicópatas, a quien no le importa el dolor ajeno con tal de satisfacer sus deseos".
El problema de la psicopatía -un término más consensuado sobre ese problema sería Trastorno Antisocial de la Personalidad (ver Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales)- está vinculado con una negación de las normas sociales y familiares y que se agudiza si no es controlado con el paso del tiempo, además del desarrollo de cierta impulsividad dañina. Es decir no matas porque consumes drogas, es un trastorno que se va gestando desde el término de la infancia. Es más, la declaración citada entre comillas confirma lo que sostenemos, pues, no se condice del todo con lo escrito antes por la redactora. Un problema de edición de la entrevista.
Además, que sean usuarios de drogas no los hace adictos (hay una diferencia que ya hemos aclarado). Bien puede un delincuente consumir alguna droga cocaínica para 'envalentonarse' y cometer así un acto delictivo, y aun así no ser un drogodependiente. No estamos justificando con esto los crímenes, sino que estamos tratando de hacer un paréntesis, para que no se señale como delincuente o criminal a un consumidor cualquiera, por ejemplo, de cocaína. Al final de la nota de El Comercio se puede leer este comentario, estimulados por la incesante estigmatización de los consumidores de parte del decano de la prensa.

este usuario sostiene esto porque quiere evitar la delincuencia, siguiendo una lógica basada en la desinformación promovida por el diario, a pesar de sus buenas intenciones
Luego hay una información polémica por la imprecisión terminológica:
Según Milton Rojas, psicólogo de Cedro, los narcóticos no inducen a la violencia, pero sí la adicción. "Una persona drogada no necesariamente puede matar. Pero un adicto sí porque el consumo prolongado de droga desgasta la zona del cerebro que regula el control y la lógica, lo que provoca que las personas con drogodependencia maten sin pensar
Cuando dicen que la droga desgasta la zona del cerebro que regula el control y la lógica, no están especificando de qué droga están hablando, porque para cada droga o fármaco -legal o ilegal- genera distintos efectos en el sistema nervioso central, lo que conduce a efectos físicos y sicológicos diferenciados según sea la droga consumida. Es por eso que la opinión de un profesional que habla así y hace conclusiones generales sobre las 'drogas' es una ligereza que no se relaciona con toda la literatura científica que existe al respecto.
En contra de la estigmatización
En entrevista para LaMula.pe, el investigador del Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos (CIDDH), Jérôme Mangelinckx, sostiene que hay que tener cuidado con este tipo de notas periodísticas, por el efecto que pueden causar en nuestra concepción acerca de los consumidores de drogas, y por consiguiente, en el comportamiento que podemos tener hacia ellos.
"Este tipo de publicación solo genera pánico en la población, estigmatización de aquel que usa drogas y representaciones sociales negativas. Entonces el usuario de drogas se vuelve el responsable de todos los males en la sociedad, es el chivo expiatorio", sostiene.
Asimismo, afirmó que el peso jurídico que puede tener que a un delincuente se le encuentre en posesión alguna droga ilegal "depende de las cantidades que se le incaute, entonces eso pasa a un segundo plano y se archiva", en el caso de tener una cantidad de posesión para consumo personal.
Por último, Mangelinckx del CIDDH considera que los factores de riesgo social no están relacionados de manera única con el consumo de drogas y las adicciones, sino más bien con la violencia intrafamiliar, violencia sexual, desescolarización, tal como ya lo habíamos evidenciado en una visita al AA.HH. El Jardín.