Durante el debate que planteó por primera vez en el Congreso la posibilidad de legalizar las relaciones de parejas homosexuales, el sector más homofóbico de este poder del Estado, representado en Julio Rosas, Humberto Lay y Martha Chávez, insistieron en llevar el mismo hacia el concepto de lo que ellos consideran natural y por tanto lo que debe y no ser considerado 'familia'. 

Estos mismos legisladores sostienen que su negativa a aceptar cualquier fórmula legal que favorezca a los homosexuales en este aspecto se hace en defensa de la familia natural. Julio Rosas es el más entusiasta en este aspecto y ya en otras oportunidades ha puesto como ejemplo a países como la India, Rusia o países árabes, naciones que según él ‘defienden la familia’. Sin contar, claro, a aquellos países cuyo nivel de desarrollo social es superior a los que admira el pastor evangélico.

La Oficina del Censo de Estados Unidos, por ejemplo, incluye desde finales de mayo a las parejas homosexuales casadas como familias en las estadísticas que reflejan la evolución de la sociedad estadounidense, ya que el matrimonio entre personas del mismo sexo está legalizado cada vez en más estados.

"Es ahora reconocido a nivel federal (el matrimonio homosexual), por lo que es momento de contabilizarlo entre las parejas casadas", señalaba entonces Rose Kreider, experta en asuntos familiares de la Oficina del Censo, según una cita publicada en The Washington Post.

Esta medida llevará a que en septiembre, cuando el organismo federal publique su estudio anual sobre la población de Estados Unidos, por primera vez las parejas homosexuales casadas serán tomadas en cuenta en el número de familias censadas. En el texto del año pasado se registró que existían ya 182 mil pero no se les permitía ser consideradas 'familia'. Desde 1990 se registraban sus datos pero se les incluía en la categoría 'parejas no casadas'.

Vale recordar, además, que en 2013 la Corte Suprema de Estados Unidos invalidó la ley de defensa del matrimonio, la misma que lo definía únicamente como la unión entre un hombre y una mujer. Con esta decisión se reconoció automáticamente a los homosexuales los mismos derechos que las parejas heterosexuales respecto a la protección y ayuda familiar.

Toda la Costa Este a favor

¿Pero cómo se ha llegado hasta este punto en el reconocimiento de derechos a la comunidad homosexual estadounidense? Pues gracias al inminente avance del matrimonio igualitario en gran parte de los Estados que lo conforman. Algo que quedó patente luego que el 20 de mayo último un juez revocará la última ley que lo prohibía en Pensilvania.

"Somos un pueblo mejor que el que representan estas leyes y es el momento de descartarlas como un montón de ceniza en nuestra historia (…) Las parejas homosexuales que quieran casarse en Pensilvania pueden hacerlo y aquellas que ya hayan contraído matrimonio, podrán verlo reconocido legalmente", señala la sentencia del juez John Jones III, medida que medida que convirtió ya al matrimonio homosexual en una realidad en toda la costa este de los Estados Unidos.

El juez Jones fue claro al considerar que ninguna tradición puede violar las garantías constituciones referidas a la igualdad de todos los ciudadanos ante la justicia. "El hecho de que el matrimonio homosexual incomode a algunos no hace que su prohibición sea constitucional".

El panorama se muestra esperanzador en el resto del país, pues ya diferentes jueces estatales han derogado límites al matrimonio gay en Texas, Arkansas, Idaho, Virginia, Oregon y Oklahoma. El proceso permite que esto sea rebatido en las correspondientes cortes de apelaciones, -excepto en Oregon, donde entrará en vigor de inmediato-, sin embargo, ya se puede señalar que las parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio en 19 Estados y en el Distrito de Columbia.

Pero claro, mientras tanto en el Perú, Rosas y compañía siguen defendiendo "la naturaleza", ¿no?

Con información de El País, The Washington Post, Efe y Publimetro

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