La aparición de Alberto Otárola en medios de comunicación nos da algunos indicios sobre la salida de Carmen Masías de la presidencia ejecutiva de Devida. Es su primer día en el cargo, y su mensaje confiado, seguro y relativo sobre todo a temas de seguridad, deja entrever algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta.

1) Relanzar Devida con un personaje cercano al círculo presidencial. Alberto Otárola Peñaranda fue Ministro de Defensa (2011-2012) durante el actual gobierno de Humala, además de asesor presidencial del mismo. Y es ahora alguien que viene a revitalizar la lucha contra las drogas en el país, a través de "un relanzamiento de Devida", dice en entrevista para RPP. ¿Pero alguien conoce la formación profesional en materia de Drogas de este nuevo representante de Devida? Aparte de lidiar de manera nefasta con el caso de la "Operación Libertad".

Ha dicho, además, que Masías hizo una tarea "con otros énfasis", y que lo que se va a hacer ahora es "redondear" esos aspectos trabajados por ella. Lo que esa crítica velada al trabajo de la expresidenta ejecutiva signifique, quedará en el rubro de la especulación. No obstante, no deja de ser interesante que Otárola diga luego "Devida no es una ONG pues, debe ser una institución que trabaje en consonancia con los ministerios".

Con esta nueva designación el Gobierno envía una señal mixta: Otárola hablando de represión, y otros sectores del Ejecutivo dialogando y acordando con los cocaleros asuntos de cultivo.

Mira esta interesante entrevista, en donde Raúl Vargas deja entender que lo que el nuevo presidente de Devida dice que va a hacer, es algo que Masías ya estaba haciendo.

2) Otárola supuestamente es la imagen del fortalecimiento de la represión. Lo ha dicho en las entrevistas del día de hoy, en Canal N y RPP, le van a "poner el guante al narcotráfico": operativos, políticas de interdicción, estrategias policiales. Esta es la imagen que se ha decido mostrar, a pesar de que la estrategia de la erradicación de cocales se ha reformulado tras el acuerdo entre los cocaleros del Vraem y el Ministerio de Agricultura, por medio del proyecto CORAH, en donde la militarización de la erradicación de cocales empezaría a dosificarse. Carmen Masías quedó excluida de la reunión donde se firmó dicho acuerdo.

En Canal N el nuevo presidente de Devida dijo que no se dejará de lado las metas de erradicación propuestas a inicios del 2014. El mensaje de Otárola se muestra claro, seguro, confiado, que sería un modo de compensar la flexibilidad del gobierno con las asociaciones de cocaleros, se trata pues de la política de "interdicción con reconversión productiva" en el Vraem.

A través de su mensaje en medios quiere darle mayor presencia a las fuerzas armadas, ya que todo lo que ha dicho que va a hacer se refiere a la seguridad, y no a aspectos de salud y educacionales, rubros que Masías no dejó de lado.

3) La formas diplomáticas de Carmen Masías. Distintos sectores han criticado algunas de las apariciones de la expresidenta de Devida a nivel internacional. El "Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos", lo resume de la siguiente manera en su pronunciamiento tras la salida de Masías:

"El Perú representado frecuentemente por la Sra. Masías y su equipo de CEDRO, CONSULTANDES, se ha opuesto en todos los foros internacionales posibles (CICAD-OEA, CELAC, UNASUR, ONU, G77) a las posiciones progresistas de reforma en los campos de la Salud, la Seguridad y Justicia, y, las Relaciones Internacionales. En el camino, ha cometido gruesos errores diplomáticos en contra de nuestros vecinos y países hermanos, pretendiendo imponer su punto de vista".

Asimismo, la asociación de Devida con Cedro ha causado duda en algunos, pues esta ONG suele acompañar al equipo gubernamental en eventos de prevención, desarrollo alternativo, control de drogas, tanto a nivel nacional, como internacional. Situación que no sería negativa, ya que Cedro es una de las pocas instituciones que se han posicionado como especialista en la problemática del consumo de Drogas.

Sin embargo, entre Devida y Cedro también ha habido transferencia de personal. La Jefa de asesores de Devida, Yalilé Martínez, por ejemplo es una ex trabajadora de Cedro. O que Alejandro Vassilaqui, director ejecutivo de Cedro, estuviera en Viena en el 2012, en la comisión de estupefacientes (Cicad), junto con Masías.

Quizá por eso tenga sentido el modo sarcástico en que Otárola dice lo siguiente, luego de ver hoy a Carmen Masías llevando una camiseta con el logotipo de Cedro, a un día de su salida de Devida:

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