Ahora que parece estar de moda ponerse la biblia bajo el brazo y creerse el dueño del concepto de 'naturaleza' para oponerse al proyecto de Unión Civil para parejas homosexuales, sería bueno recordar que hace un año el Tribunal Contencioso Electoral del Ecuador sancionó al pastor evangélico Nelson Zavala por emitir discursos considerados intolerantes y homofóbicos durante su campaña presidencial.

La sentencia dejaba a Zavala sin sus derechos electorales por un año y le obligó a pagar una multa de diez salarios mínimos vitales, unos 3.000 dólares. La resolución fue considerada histórica, ya que por primera vez en la historia del país norteño se condenaba a un ciudadano por emitir discursos de odio por más que se amparara en la libertad de expresión y culto. Es decir, ni la religión ni las opiniones personales pueden ser utilizadas como justificantes para atacar a las personas LGTBI.

Este caso debería hacernos reflexionar cuando vemos hoy en el Perú a congresistas evangélicos y cardenales católicos paseándose por todos los medios de comunicación diciendo que los homosexuales son 'antinaturales'. ¿No es una forma de discriminación que debería ser condenada en un estado laico? Basta con ver la respuesta de Nelson Zavala tras ser condenado para evidenciar que este tipo de personas no entienden dicho concepto: "Lo que hoy son aplausos serán lágrimas en el juicio final".

Sin comentarios.

Con información de LaMula.pe y gaymas

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