De quién depende si consumo marihuana o no (Parte 1 de 2)
¿Al Estado le adjudicamos la voluntad de decidir sobre qué consumimos o cómo manejar nuestra salud?
El reconocido pintor Fernando de Szyszlo dijo, en una reciente entrevista concedida para la revista Caretas, algo sobre la prohibición de la marihuana que, en apariencia, no parece técnico: "me imagino que legalizarla le quitaría su más importante atractivo: la transgresión, el ejercicio de lo prohibido". Decimos en apariencia porque dicha frase es parte de una verdad que ha sido comprobada, por ejemplo, en Holanda: la legalización de la marihuana ha ayudado a que su consumo disminuyera desde que se tomó dicha medida. Esto es algo que el presidente de Uruguay, José Mujica, sabe.
¿Cuáles son los miedos y pruebas de quienes están en total desacuerdo con una futura legalización de la marihuana? Creo que existen mejores razones para una normativización de la tenencia, consumo y distribución del cannabis, que los argumentos que mantienen su interdicción. Por una cuestión de derechos, uno debería ser libre de hacer con su cuerpo lo que uno desea, mientras no afecte a los demás; a ese tipo de libertad nos referimos.
El argumento contrario, que sustenta la prohibición, sería 'no puedes adquirir y consumir una cantidad x de marihuana porque un gobierno así lo ha decretado'. La gran pregunta es ¿por qué lo ha decretado de esa manera? Porque el bien jurídico que protege las leyes contra la tenencia descontrolada y el tráfico es el de la salud pública, y por consiguiente el de la seguridad pública, al estar penalizada. Recordemos cuando la presidenta Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías, nos contó los efectos dañinos para la salud.
Antes de entrar al aspecto de la salubridad, cabe criticar este aspecto paternalista del Gobierno peruano, al dejarnos entrever que no depende de nosotros el cuidado de nuestra salud, que nuestra capacidad de decisión para controlar el consumo de marihuana, para el Estado, está al margen de si la fumamos o no. Es como cuando la gente sostiene, sin criterio técnico alguno, que si se despenalizara todos se volverían "fumones" y que el consumo se descontrolaría si se legalizara. Una vez más la victimización, al supeditar la voluntad individual al control de agentes externos, para que ellos velen nuestro manejo de las drogas.
Más muertes ha provocado el alcohol, históricamente, y es aprobada por el Gobierno. La distorsión de la percepción por estar alcoholizado, mientras manejas un automóvil, sigue causando muertes en todo el mundo; y el desarrollo de contextos de violencia luego de ingerir bebidas alcohólicas también las sigue generando. La alcoholemia es también letal, así como la mezcla del alcohol con el consumo de medicamentos.
Sería un mal argumento sostener que ya que un mal está legalizado, legalicemos entonces otro. Pero ¿la marihuana es otro 'mal' como lo pintan muchos sectores conservadores de la sociedad? Sin duda el consumo de marihuana tiene efectos negativos para el sistema respiratorio -casi en el mismo nivel que puede ocasionar fumar un cigarrillo-, además va en contra del desarrollo del cerebro del joven y adolescente. Pero sus efectos positivos han sido comprobados, y en Estados Unidos, por ejemplo, es recomendada por algunos médicos para pacientes con cáncer, con glaucoma, y, en algunos casos, con fines psicoterapéuticos; además de investigación experimental. (seguir leyendo...)
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