A pesar de que Brasil vivió en junio una catarsis nacional con protestas que llevaron a las calles a centenares de miles de personas, la presidenta, Dilma Rousseff, se mantiene como favorita para vencer en los comicios generales de octubre. 

Es más, de acuerdo con la encuesta realizada por MDA y difundida por la Confederación Nacional de Transporte, la mandataria vencería incluso en primera vuelta, pues se impone en todos los escenarios ante sus rivales.

Así, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), obtendría un 43,7% de los votos si se enfrentase a los comicios con el candidato de la socialdemocracia brasileña (PSDB) Aecio Neves, quien recibiría un 17% de respaldo.

Eso sí, mientras el país se sumerge en una cuenta regresiva para la celebración del Campeonato del Mundo de Fútbol 2014, la población continúa en su lucha contra las deficiencias tanto en los servicios públicos, como en la educación y la sanidad. De hecho, un 75% de los encuestados considera que los gastos del país para recibir el torneo de fútbol son innecesarios.

Estos elementos, sumados a la percepción de una clase política relacionada con la corrupción y la desidia, se materializan en un descenso en la popularidad tanto personal como del gobierno de Rousseff, según el sondeo divulgado el martes. Así, la evaluación positiva a su gobierno cayó a un 36,4% -desde un 39% que anotó en noviembre-, mientras que la aprobación a su desempeño personal pasó a 55% desde 58,8%.

"Dilma sería elegida en primera vuelta. Pero hay una importante alerta al gobierno y a los candidatos, como las señales de insatisfacción y pesimismo en relación a la salud, la seguridad (...)", dicen las conclusiones de la encuesta.

Según establece la ley electoral en Brasil, gana en primera vuelta quien obtiene el 50% más uno de los votos válidos, que en todos los casos Rousseff supera.

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