Se caída de maduro. En su primera conferencia de prensa como nuevo presidente del Congreso, Daniel Salaverry, anunció la renuncia del general (r) Walter Jibaja como Jefe se Seguridad del Parlamento y que se detienen las compras superfluas de la gestión de su antecesor, el también fujimorista Luis Galarreta.
"Hoy, luego de anunciar que el área de seguridad entraría en evaluación y reorganización, he recibido como presidente del Congreso la carta [de renuncia] firmada por el coronel del Ejército en retiro Walter Jibaja al cargo del jefe de seguridad del Congreso", dijo Salaverry.
"Queremos que todos, no solo congresistas y periodistas, sino ciudadanos que acudan al Congreso tengan la seguridad y tranquilidad de que aquí se vela por la seguridad de todos", insistió el flamante titular del Legislativo, quien así marca distancia con sus predecesores.
El exedecán de la dictadura fujimorista fue cuestionado por el seguimiento a los políticos críticos de Fuerza Popular y atacar en Twitter a los que cuestionaban a miembros de la bancada naranja y a su jefa, Keiko Fujimori.
Incluso, los voceros y representantes de seis bancadas —Apra, Nuevo Perú, Frente Amplio, Peruanos Por el Kambio, Acción Popular y Alianza para el Progreso— ya habían presentado una moción solicitando el retiro de Jibaja.
Según denunciaron parlamentarios, el fujimorismo tiene copado con sus militantes el área del seguridad del Congreso, donde aumentaron el personal. Jibaja Alcalde tenía a su cargo a 170 personas, pero el exmilitar dividía su tiempo entre su labor en el Poder Legislativo, donde es un funcionario de nivel 10 (a tiempo completo), y las partidarias, porque recorre el país captando y adoctrinando fujimoristas como dirigente de Fuerza Popular.
El exedecán de Alberto Fujimori fue nombrado jefe de la Oficina de Prevención y Seguridad en agosto del 2016, cuando el Congreso lo presidía la fujimorista Luz Salgado. Desde ese cargo, que se supone debe velar por la seguridad del Congreso y de sus miembros, Gibaja montó una maquinaria para atacar a los congresistas críticos del fujimorismo. Aún queda en esta área el coronel retirado Manuel Llona, quien era el segundo al mando de Gibaja y responsable directo de la seguridad en el Palacio Legislativo.
Llona fue operador psicológico que trabajó bajo las órdenes de Julio Salazar Monroe en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) de la dictadura, según los archivos de La República que datan del 2001; y su trabajo era infiltrarse como ayudante y edecán de autoridades civiles y militares para espiarlas y controlarlas.
Cancelan procesos de compras y adjudicaciones
Salaverry también informó que el Congreso ha cancelado todas las adjudicaciones y compras de televisores, dispensadores, frigobares y computadoras. "Si hay algo que va a caracterizar a esta gestión es la transparencia y el buen manejo de los recursos", manifestó
La decisión de la anterior Mesa Directiva, presidida por Luis Galarreta, de comprar televisores y otros electrodomésticos, fue criticada por la mayoría de bancadas y la opinión pública, al considerar que implicaban un gasto excesivo e innecesario para este poder del Estado.
El nuevo presidente del Congreso informó además que ha enviado un documento al contralor general de la República, Nelson Schak, por medio de la cual le solicita enviar lo antes posible una propuesta de la persona que asumirá la jefatura de la Oficina de Auditoría General del Parlamento. "Así queremos disipar cualquier velo de duda que pueda tener la ciudadanía respecto al manejo de los recursos de este Congreso", refirió.
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