Ha pasado poco más de una semana del accidente que dejó 11 personas muertes y 57 heridos en el cerro San Cristóbal, donde un bus turístico que operaba en la informalidad ante la falta de control se despistó. Los dimes y diretes entre los funcionarios de la Municipalidad de Lima y la Municipalidad del Rímac para evadir la responsabilidad de esta tragedia ha obligado que el alcalde de la capital, Luis Castañeda, se pronuncie sobre su inasistencia al Congreso para declarar sobre esta tragedia.

Durante la inauguración del nuevo puente Bella Unión, Castañeda fue abordado por los periodistas. Asediado por cámaras y micrófonos trató de explicar la razón por la cual no acudió a su citación al Parlamento y envió en su reemplazo a la teniente alcaldesa de Lima, Patricia Juárez. 

“El bus que se accidentó en el cerro (San Cristóbal) era en una vía local (en el Rímac). Tal es así que les pagaban S/3 mil. Pero ahora, se cae el bus y dicen que prácticamente yo le he manejado. Un poco más y ya dicen que soy el chofer”, expresó burgomaestre al recalcar que la Municipalidad de Lima no le dio la autorización a la empresa Green Bus para circular.

Sobre la obra que fue a inaugurar, el puente Bella Unión, el cual ha tardado más de tres años, tampoco tuvo respuesta claras, al no poder definir cuál fue el costo de este cuestionado proyecto. Castañeda alegó que los trabajos aún no se concluyen, aunque momentos antes indicó que la estructura ya estaba terminada y que solo faltaban los acabados. "No lo puedo decir porque no tengo la liquidación a la mano. Todo eso lo van a chequear", anotó. "Todo se maneja muy técnicamente y lo estamos haciendo con la Línea Amarilla una parte", agregó.

Hasta el momento se estima que la obra puede haber costado casi 42 millones de dólares, el triple de su costo original. Voceros de la gestión de Castañeda indicaron que el incremento del prepuesto se debe a que se incluyó el viaducto Dueñas.

En picada

En esa línea, no es una una casualidad que la popularidad de Castañeda continúe descendiendo. Según la última encuesta de Ipsos Perú, publicada en El Comercio, la aprobación del alcalde de Lima cayó ocho puntos frente a junio, de 37% a 29%. El sondeo se realizó del 12 al 14 de julio y registra el nivel más bajo de aprobación en la actual gestión del burgomaestre, con un 66% que rechaza su trabajo, ocho puntos más que en relación al mes pasado.

Los cuatro meses en que el alcalde no puede levantar su aprobación coinciden con hechos que han resultados catastróficos para su administración: El Niño costero, las grietas en el bypass de 28 de julio, su obra emblema, y la caída del puente Solidaridad. Para especialistas consultados por El Comercio, la baja aprobación de la gestión de Castañeda se debe a la falta de liderazgo mostrada para resolver los problemas y responder a situaciones críticas como el incendio en Las Malvinas y el despiste del bus en el cerro San Cristóbal.

Este muestreo también coincide con la encuesta de Pulso Perú, realizada por Datum entre el 29 de junio al 4 de julio, en la que la aprobación del burgomaestre cayó de 42% a 27%. Es su nivel más bajo desde que asumió su tercer mandato al frente de la comuna de Lima, en enero de 2015.

(Foto de cabecera: Perú21)

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