El Órgano de Control Institucional (OCI) de la Municipalidad de Lima advirtió, en agosto del 2016, que las paredes del túnel del by pass de la avenida 28 Julio presentaban grietas a menos de cinco meses de ser inaugurado, según reveló un informe de Cuarto Poder este domingo, en el que además se señala que en este paso a desnivel se llegaron a contabilizar 530 rajaduras.
"Estructuralmente esto, para mí, está que hace agua. Yo sigo reiterando que este proyecto y esta obra es una cachetada a la ingeniería, especialmente a la ingeniería civil", dijo el experto Néstor Huamán Guerrero, profesor universitario y consultor en ingeniería vial.
Pero eso no es lo peor. Resulta que a 10 meses de esa alerta de la OCI, aún no se soluciona el problema de las rajaduras de la parte inferior del by pass que sale hacia la avenida Arequipa, y ante ello, el órgano de control remarcó el riesgo de que las fisuras puedan afectar la vida útil del proyecto.
El reportaje dominical revela además que el 18 de enero del 2017, el jefe del OCI envió al despacho del alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, otro informe con un resumen de nuevos problemas en el by pass y dio 20 días hábiles para subsanar las observaciones, entre las que destacaban los hundimientos en la primera cuadra de la avenida República de Chile, la paralización de los trabajos en la plazoleta nueva, el deterioro del acero habilitado para la estructura, entre otros.
Pero como pasó con el primer informa, nadie movió un dedo en la administración metropolitana. Ante esto, el 28 de abril, el OCI le reiteró a la Municipalidad de Lima que la paralización en la construcción de la plaza nueva origina que los peatones caminen por el túnel, lo que pone en riesgo vidas humanas.
(Foto de cabecera: Correo)
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