Luego de que el congresista oficialista Carlos Bruce pidiera la salida del cargo del contralor de la República, Edgar Alarcón, al señalar que "antes de pasar por este tortuoso proceso —se refiere a la investigación en el Congreso— sugeriría al contralor que presente su renuncia", el cuestionado funcionario descartó dimitir.
"No voy a renunciar de ninguna manera, no voy a renunciar. Yo me someto al Congreso, a las investigaciones que crean conveniente, lo tengo clarísimo, no he cometido ningún hecho irregular", dijo en Exitosa.
Como se sabe, Cuarto Poder reveló que Alarcón intentó bloquear una denuncia en su contra, presentada en 2016 por Walter Grados Aliaga, auditor de la institución que dirige, ante la presidenta del Congreso, Luz Salgado, quien derivó el caso a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales —y no al grupo de Fiscalización—, por lo que la acusación se archivó por un tema "de forma y no de fondo". Es decir, nunca se investigaron las graves imputaciones.
La denuncia fue por la compra de más de 90 autos y camionetas, para acciones de compraventa, que hizo Alarcón entre 2002 y 2015. Pero el problema surge entre el 2013 y el 2015, cuando Alarcón era ya era vicecontralor y compró vehículos de alta gama por un valor total de US$182 mil. Esa información la omitió en su declaración jurada anual y además estaba impedido de hacer este tipo de negocios, según la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría de la República.
“Es un negocio que yo lo hacía hasta el año 2015. Se está confundiendo a la población, se dice que el Contralor vendió 90 vehículos, pero no es una actividad comercial regular a la que yo me dedicaba. Este es un tema que durante casi 13 años hemos llegado a importar 70 vehículos entre mis dos hijos y yo, a un promedio de tres carros al año. No es una actividad regular, yo no vivía de ese negocio, es un recurso adicional que teníamos yo y mis hijos, que les ayudó en su formación profesional”, señaló a Exitosa.
Finalmente, Alarcón consideró como sospechoso que se pida su renuncia por este tema a pocos días de su entrega del informe sobre el contrato del aeropuerto de Chinhero.
“Me llama muchísimo la atención que justo ahora que saco el informe de Chinchero me están sacando una renuncia que ya fue en su oportunidad revisada por el Congreso, se publicitó en medios de prensa en su oportunidad. Nuevamente ahora que saco Chinchero, me sacan todos estos temas personales“, dijo.
La otra denuncia que involucra al contralor es el despido de la extrabajadora del área de Tesorería Marcela Emilia Mejía Franco. El auditor que hizo la denuncia también acusó de supuestas irregularidades en el cese de la funcionaria en mención, quien —dijo— recibió S/127 mil y otros S/100 mil bajo el concepto de pago de viáticos, cuando su sueldo era de S/3.350.
Ante el escándalo y la presión mediática, Salgado anunció que las denuncias en contra de Alarcón ahora serán vista en la Comisión Permanente y en otras instancias que así lo ameriten, pero también pidió la actuación del Ministerio Público.
(Foto de portada: La República)
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