Sean Spicer, el vocero de la Casa Blanca, informó sobre el plan que tiene en mente el presidente de EEUU, Donald Trump, para que México pague por la construcción del muro fronterizo y que consiste en fijar un impuesto del 20% a las importaciones del país azteca.

Por su parte, el canciller mexicano, Luis Videgaray, reiteró que el presidente Trump puede defender las fronteras de EEUU de la manera que prefiera, así su país no esté de acuerdo con el muro, pero lo que no puede hacer es pretender que encima sea México el que financie esa polémica construcción que acaba de ordenar y que ha desatado una crisis bilateral que amenaza con escalar.

"Reconocemos en Estados Unidos una nación soberana con pleno derecho a proteger sus fronteras conforme lo decida el pueblo y el Gobierno. No coincidimos en que el muro sea la mejor manera de proteger o generar una buena convivencia entre vecinos, pero pueden defender sus fronteras como mejor les parezca [...] Pero de ahí a pretender que sea el pueblo de México el que pague por un muro es pasar de una acción soberana a algo que es profundamente inaceptable".

El impuesto que pretende aplicar EEUU no podría ser de forma inmediata, puesto que todavía sigue vigente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por EEUU, Canadá y México. Sin embargo, Spicer señaló que la decisión ya está tomada por Trump, quien la incluirá dentro de una reforma fiscal que pasará a debatir con el Congreso.

"Haciendo eso, prevemos recaudar unos 10.000 millones de dólares por año y gracias a ese mecanismo el muro se pagará fácilmente", manifestó el vocero a periodistas abordo del Air Force One, el avión presidencial .

El costo de la construcción del muro de casi 2.000 kilómetros estaría entre 1.2000 y 1.5000 millones de dólares, de acuerdo con las cifras de los líderes republicanos Mitch McConnell y Paul Ryan. 

De esta manera, el impuesto "proporciona claramente la financiación" para el muro y lo hace de una manera en la que el contribuyente estadounidense es totalmente respetado", explicó Spicer.

El canciller azteca Videgaray tiene un punto de vista distinto al de Spicer sobre este punto. Afirmó que con un arancel a las importaciones de productos mexicanos, como Trump propone, el muro fronterizo lo pagarían los consumidores y en este caso serían los estadounidenses.

"Un impuesto a las importaciones de Estados Unidos a productos mexicanos no es manera de hacer que México pague por el muro, sino el consumidor norteamericano, que pagaría más caros los aguacates, las lavadoras, las televisiones".

Desde 2002, incluidos los ocho años de de Barack Obama en la Casa Blanca, se triplicaron los recursos destinados a la agencia de migraciones. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, el total de millas construidas en la frontera pasó de 120 a 652 entre el 2005 y 2015.

La mayoría del resto de la frontera pertenece al Río Grande y además hay una serie de complicaciones geográficas, históricas y sociales en el tramo entre la costa del Pacífico y del Golfo de México, lo que podría complicar los planes de Trump de levantar lo que muchos han calificado como el "muro de la vergüenza".

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