Esta semana se conoció, gracias a un acuerdo con la justicia de Estados Unidos, que Odebrecht admitió haber pagado US$29 millones en sobornos a funcionarios del Gobierno peruano entre 2005 y 2014, periodo que abarca tres mandatos: el de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). 

Del total de las coimas en Perú, US$20 millones se pagaron entre el 2005 y 2008. Como resultado de este accionar ilegal, la constructora brasileña obtuvo unas ganancias superiores a los 143 millones en nuestro país, según el acuerdo que firmó con el Departamento de Justicia estadounidense.

El fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, informó el jueves que el Ministerio Público ya está investigando el tema, que lo hará "libre de cualquier presión política" y que se solicitará todo la información referida a nuestro país a las autoridades de EEUU, para complementar las pesquisas que en Perú están a cargo de Hamilton Castro, titular de la Primera fiscalía corporativa especializada en casos de corrupción de funcionarios, quien mantiene además una estrecha colaboración con autoridades brasileñas que ven el caso Lava Jato, que destapó la mayor trama de corrupción pública y privada en la historia de Brasil. 

La colaboración de la fiscalía brasileña con las autoridades peruanas permitió identificar dos cuentas en bancos de Suiza por donde pasó el dinero de los sobornos pagados por la constructora brasileña en 12 países, en su mayoría latinoamericanos.

Sánchez Velarde explicó que ya se solicitó asistencia judicial internacional e información a la Confederación Suiza. Incluso, entre el 12 y 16 de diciembre, el fiscal Castro y el fiscal superior Alonso Peña Cabrera, jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía de la Nación, estuvieron en Suiza, según informó este viernes La República.

De hecho, los fiscales suizos Stefan Lenz y Luc Leimgruber del caso Lava Jato han aceptado compartir información con el Perú, siempre y cuando esta se maneje con la mayor confidencialidad. Por ello el Ministerio Público está guardando el máximo hermetismo al respecto.  

De acuerdo con el citado medio, las cuentas en Suiza ya no tendrían dinero, pero con el historial de movimientos bancarios, el fiscal Castro espera determinar el origen del dinero y cuál fue su destino final, lo cual permitiría identificar a los altos funcionarios peruanos comprometidos con los sobornos.

Las obras bajo sospecha en Perú

Si bien aún se desconoce en qué obras adjudicadas a Odebrecht en el Perú hubo coimas de por medio y quiénes las recibieron, falta muy poco para saberlo, lo cual podría desatar un terremoto político de proporciones en el país. El acuerdo entre la empresa brasileña y la justicia de EEUU menciona dos obras de infraestructura en nuestro país en las que hubo corrupción:

I) Una es del 2005. Aunque no se especifica, todo apunta a que se trataría de la Carretera Interoceánica Sur (que une Brasil con Perú), ya que es el único proyecto ejecutado por Odebrecht entre 2005 y 2008, y estuvo bajo sospecha desde que se adjudicó, porque se detectaron una serie de irregularidades y, para 'legalizar' sus sobrecostos, se firmaron 22 adendas al contrato original. El proyecto costó al final cerca de 2.000 millones de dólares, cuando su costo inicial era de unos 800.

II) El segundo caso es del 2008. En ese año, Odebrecht participó en el concurso de una importante obra de transporte público y pagó bajo la mesa 1,4 millones de dólares para influenciar a los integrantes de la comisión evaluadora de la licitación y recompensar a un alto funcionario del gobierno, según el acuerdo. Un año más tarde ganó el contrato, valorado en 400 millones. Se cree que podría se tratar de la concesión del tramo 1 del Metro de Lima, conocido como 'tren eléctrico', el cual fue licitado por 410 millones, pero terminó costando 519 millones dólares.

En este último caso, el mandamás de Odebrecht en el Perú era Jorge Barata, quien visitó 16 veces Palacio de Gobierno cuando Alan García fue presidente. Hoy es uno de los confesantes en la delación premiada ofrecida por decenas de ejecutivos de la constructora en Brasil, cuyos testimonios aún están bajo secreto.

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Odebrecht pagó sobornos en el Perú por US$ 29 millones entre 2005 y 2014