La Policía Nacional ha iniciado una operación para dar con el paradero de los autores del asesinato del fiscal superior de San Martín Fermín Caro Rodríguez en Moyobamba en varios tramos de la carretera Fernando Belaunde. Todo apunta que fue víctima de un asesinato por encargo, pero lo que no está claro aún es quién o quiénes están detrás ni el móvil del crimen.

Caro Rodríguez fue asesinado de tres tiros por dos sicarios la noche del sábado cuando llegaba a su casa en el barrio Zaragoza, de la ciudad de Moyobamba. Se trataría de una venganza bien planeada contra el magistrado. Los agentes a cargo del caso manejan dos hipótesis: una que se trataría de una cuestión de dinero. La otra que su asesinato estaría relacionado con una venganza de mafias a las que venía combatiendo.

El fiscal superior no contaba con resguardo al momento de su muerte, pese a los delicados casos que llevaba. Horas antes de que fuera asesinado, se había reunido con el titular del Ministerio Público, Pablo Sánchez, en una visita inopinada que este le hizo en su despacho en Moyobamba. En la cita, según contó el fiscal de la Nación, Caro Rodríguez no le manifestó si estaba recibiendo amenazas.

sánchez visitó a caro rodríguez en su despacho. (LR)

Lo que se sabe hasta ahora es que la víctima conoció demandas contra fiscales corruptos e incluso ordenó la detención de uno de ellos. También participó en operaciones casi secretas de forma directa en las que se capturaron a distintas mafias dedicadas al sicariato, extorsión, tráfico de terrenos, informó La República este lunes.

Una de las líneas de investigación policial es un conflicto que tenía con sus socios por la discoteca Café Rumba de Moyobamba, de la que era copropietario con su actual pareja, la abogada Giovanna Bellido Arredondo. Antes, el finado fue esposo de la excongresista aprista Tula Benites y padre de la fiscal adjunta provincial de Trujillo, Carmen Caro.

Las pesquisas apuntan que el asesinato del fiscal superior fue planificado desde hace dos meses. Dos hechos refuerzan esta tesis: una, que en setiembre su pareja encontró en su casa a un desconocido y hace una semana dos personas entraron al garaje en el magistrado guardaba su carro. Fue justamente cuando ingresaba con su vehículo a esta cochera cuando lo mataron la noche del sábado.

La otra hipótesis tiene que ver también con el exfiscal de La Banda de Shilcayo Esteban Clavijo, quien en febrero del año pasado fue intervenido tras ser sindicado de haber recibido una coima. Caro Rodríguez fue quien ordenó su detención, pero Clavijo rechazó las imputaciones y salió en libertad. "Sus decisiones judiciales afectaron o afectarían a ‘peces gordos’, de esos que mandan matar", dijo un agente del caso, citado por La República.

Lo que está claro para los investigadores es que quien mandó a matar a Caro Rodríguez "tiene dinero suficiente como para montar una estructura de vigilancia y seguimiento por semanas o meses, alguien que paga para espiar, perseguir y asesinar". Hasta el momento no hay ninguna detención vinculada con este crimen, que ha conmocionado Moyobamba y al sistema de justicia en el país.


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