Luego de que el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski pusiera en duda la viabilidad del ferrocarril bioceánico en su visita a China, el ministro de Transportes peruano, Martín Vizcarra, a la sazón vicepresidente del país, quien acompaña el mandatario en su visita al gigante asiático, confirmó que el mencionado proyecto no es una prioridad para el país, por varias razones.
La primera, el costo que implicaría. El tren que uniría la costa atlántica de Brasil con la pacífica del Perú costaría unos US$60.000 millones, de los que 35.000 deberían invertirse en territorio peruano y 25.000 en el brasileño, explicó Vizcarra.
"El informe preliminar es que el corredor superaría el valor de los 60.000 millones de dólares, y dadas esas cifras con la cantidad de proyectos que pueden tener mayor emergencia, se ha quedado en seguir analizándolo", dijo en línea con lo que PPK ya había adelantado el día anterior.
Vizcarra acompaña a PPK en su gira por china. (EFE)
El cálculo de costes lo realizó la constructora ferroviaria estatal China Railway Group, con cuyos directivos se reunió Kuczynski el martes en Pekín para sugerirles otras prioridades en proyectos de infraestructuras en Perú, como el tren de cercarías alrededor de Lima, que tendría unos 450 kilómetros.
El tren bioceánico Brasil-Perú es una propuesta china para poder transportar a menor costo la soja que importa desde territorio brasileño y llevarla a la costa peruana por un recorrido de 3.500 kilómetros con posible origen en el puerto carioca de Açu y final en el peruano de Ilo.
En informaciones previas se había hablado de una inversión de unos US$10.000 millones, pero esa cifra ahora se ha multiplicado por seis, debido a los retos de ingeniería y ambientales que el proyecto implica, porque tendría que sortear la intrincada Amazonía y reservas naturales.
Vizcarra subrayó que al estar el proyecto simplemente en fase preliminar todavía no se sabe qué parte de esa inversión estaría dispuesta a aportar China, que es el país más interesado en el proyecto "No hemos hablado a ese nivel de detalle, pues solo ver este monto te asusta", admitió. "En realidad ese proyecto interesa más a Brasil para exportar sus productos agrícolas, y a China, pero Perú solo sería el paso", insistió el titular de Transportes.
En una eventual aprobación del proyecto, se convertiría en uno de los más caros del mundo en infraestructura de transportes, que dobla, por ejemplo, el tren de alta velocidad Pekín-Shanghái, otro conocido megaproyecto que costó US$33.000 millones, o el túnel del Canal de la Mancha, que costó en su momento US$15.400 millones.
(Foto de cabecera: EFE)
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