La tensión política y social en Brasil está al límite, tras la destitución definitiva de Dilma Rousseff por parte del Senado, decisión que abre una etapa de inestabilidad e incertidumbre en un país polarizado y sumido en una grave crisis económica.
EFE.
Pocas horas después de confirmarse la sanción contra la ahora expresidenta del país, se empezaron a registrarse las primeras protestas. En Sao Paulo se dieron los hechos más graves, luego de que una manifestación que era pacífica terminó en enfrentamientos con la Policía Militar, graves disturbios y actos vandálicos.
EFE.
Este acto contra el impeachment fue convocado en las redes sociales por el colectivo Lucha por la Democracia de Sao Paulo. También estuvieron presentes representantes de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y de la Unión Paulista de Estudiantes de Secundaria (Upes).
AFP.
Algunos manifestantes prendieron fuego en contenedores de basura para hacer barricadas en medio de la calle, lo que provocó una fuerte respuesta policial, mientras que otro grupo destrozó oficinas bancarias, comercios y paradas de autobús. Hasta un patrullero fue destruido. También sufrió daños la sede del diario Folha de Sao Paulo, donde los manifestantes rompieron las ventanas.
EFE.
Según reportan este jueves los medios de Brasil, las protestas a favor y en contra de la destitución de Rousseff y su relevo formal por Michel Temer se multiplicaron en más de una decena de Estados del país.
EFE.
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