El exmilitar Edgardo Montoya Contreras, quien en 1988 era adjunto en la Sección de Logística del Cuartel de Castropampa, de la ciudad de Huanta (Ayacucho), donde ocurrió el asesinato del periodista Hugo Bustíos, reveló que el exministro del Interior, Daniel Urresti, participó en el crimen del hombre de prensa.
Esta versión se conoció en la audiencia realizada la semana pasada por la Sala Penal Nacional, en la que se leyó una carta que Montoya envió en el 2008 al periodista Abilio Arroyo, de la revista Caretas (la misma para la que trabajó Bustíos), en la que sindica a Urresti, entonces encargado de la Selección de Inteligencia (S2), como responsable del hecho.
Además, se conoció que Montoya intercambió correos electrónicos con Arroyo, en los que menciona que la mañana del asesinato de Bustíos "vio salir a Urresti de la base militar junto a Johnny Zapata Acuña (“Centurión”) y otros soldados vestidos de civil". El exmilitar aseguró que días después del hecho, Urresti dijo en el cuartel que el operativo "fue exitoso".
En dichos documentos, Montoya también menciona que días después del crimen, Urresti reveló en el cuartel que habían realizado un “operativo exitoso” contra el corresponsal de Caretas.
Al respecto, el fiscal superior Luis Landa expresó que la comunicación entre Montoya y Arroyo fue "armoniosa"; y recordó que el primero le dio permiso al segundo para que un fotógrafo de Caretas le haga imágenes mientras lo entrevistaba.
Landa recordó que antes del juicio oral, Montoya había presentado una declaración jurada en la que negó haber hecho estas afirmaciones contra Urresti, ahora acreditadas con estos documentos. Por su parte, el abogado Hernán Barrenechea, de la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh), afirmó que estos correos "fueron espontáneos".
BUSTÍOS DENUNCIÓ SEGUIMIENTO
En la audiencia de hoy, la viuda de Bustíos, Margarita Patiño, afirmó que su difunto esposo había advertido que era seguido por las fuerzas del orden, debido a que investigaba las denuncias que recibía sobre desapariciones y asesinatos en Ayacucho.
Esto fue conocido luego que la Sala Penal Nacional autorizara la lectura de una carta hallada por Patiño, en la que mencionaba que no temía a estas amenazas contra su vida.
"No me asustan sus seguimientos, tampoco sus intentos de secuestro, mucho menos sus tentativas de desaparecerme. Me defenderé esté donde esté (...) No temo lo que puedan hacer conmigo. Temo lo que puedan hacer a los seres que más quiero (...) En caso de que suceda algo espero que nunca callen lo que está pasando en nuestra querida tierra. Los hombres de prensa esperamos lo peor, [pero] saldremos adelante porque nuestros principios así lo mencionan".
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