El último domingo, el ex presidente de Uruguay, José Mujica, dio una opinión que podríamos considerar políticamente incorrecta, aunque con bastante sentido lógico, sobre los últimos atentados terroristas en París.
En declaraciones a Montevideo Portal, señaló que si bien lo ocurrido en Francia "conmueve a todo el mundo", este hecho tiene "la misma esencia de lo que viene pasando con poblaciones civiles por toda Siria y en otras partes, en África también, que naturalmente no tienen la resonancia, la repercusión mediática que tiene esto, pero que está pasando".
Mujica dijo además que "habría que estudiar sociológicamente" si los hechos ocurridos en París no se presentan como "una desgraciada reacción tardía ante cosas que parecían excesivas en materia de intervención, como lo que pasó en Afganistán, en Irak y sobre todo en Siria en los últimos años, donde hubo una situación tan penosa que costó muchísimas vidas".
"Y si esta es una reacción a eso, insospechada, que no tiene justificación ninguna, que es disparatada y desproporcionada, pero nos está colocando en una situación francamente de alarma porque eso de agredir población civil así ya no es un recurso de guerra, es la transformación de la guerra en barbarie desatada. Y lo peor es que es gente fanática reclutada en la propia Europa, lo que habla de que estamos en un mundo bastante desquiciado, agregó".
Como era más o menos previsible, las declaraciones de Mujica en referencia al tema de la intervención no parecen haberle caído muy bien al embajador de Francia en Uruguay, Sylvain Itté, quien este lunes evitó comentar sus palabras.
"Si me permite no voy a responder a esa observación, porque realmente me parece que no sería una respuesta diplomática", respondió Itté en una entrevista con Radio Espectador al respecto.
En su lugar señaló "que los fundamentalistas representan el nuevo nazismo del siglo XXI", pero aclaró que estos no representan a los musulmanes. "Hay que hacer una diferencia entre los musulmanes y estos locos", enfatizó.