Ayer fue un día clave en el juicio por los 'narcoindultos' ocurridos durante el segundo gobierno de Alan García. Al sustentar la acusación, el fiscal Walter Delgado señaló, entre otros detalles, que la comisión encargada de otorgar gracias presidenciales tardaba menos de un minuto en otorgar cada indulto

El resultado: 886 condenados por narcotráfico agravado que obtuvieron, con una celeridad impresionante, la conmutación de sus penas por parte de la comisión que presidía el funcionario aprista Miguel Facundo Chinguel.

Pero aunque Facundo Chinguel sigue con prisión preventiva y a la espera de condena -que debería ser ejemplar, se han pedido 17 años de prisión para él-, también hay responsabilidades políticas de más altos cargos que no pueden pasar desapercibidas, estimó el exprocurador anticorrupción Julio Arbizu en declaraciones a Andina:

"Este proceso puede terminar en una sanción a Miguel Facundo Chinguel y los miembros de la Comisión de Gracias Presidenciales, y será bueno en la lucha contra la impunidad pero será parcial mientras no se tenga a la cabeza"

Y, por supuesto, el principal sospechoso es el expresidente Alan García, quien debió tener la última voz a la hora de decidir estos cuestionados indultos. No por nada García Pérez pone las manos al fuego por Facundo Chinguel, "un hombre probo", en palabras del propio exmandatario.

"Él [Facundo Chinguel] no tenía ninguna posibilidad de decidir sobre las conmutaciones de pena que se dieron a los narcotraficantes -agrega Arbizu-. Quien decidía eso, quien tenía la última palabra, era el expresidente Alan García".

Pero, ya lo hemos visto, hasta el momento Alan García ha gozado de una habilidad extraordinaria (con algunas ayudas) para salir bien librado de cuanta investigación lo rodee. Veremos qué ocurre en este caso.


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