Se reanuda la ronda de conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras un pausa de poco más de una semana. Así, desde ayer, La Habana reúne a los equipos negociadores que continuarán discutiendo cómo será la eventual participación en la política de la guerrilla una vez lograda la paz. 

Por el momento, tras nueve meses de negociación, únicamente se han tomado acuerdos sobre el tema agrario, el primero de una agenda de seis. El presidente Juan Manuel Santos -en su último año de mandato  y con tan solo tres meses para anunciar si se relanzará para cuatro años más-, ha señalado que el proceso de paz con las FARC es su principal apuesta política. El problema: los acuerdos con la guerrilla no avanzan al ritmo que desearía el mandatario. Así, la decimotercera ronda de negociación llega acompañada de la advertencia de Santos de que no bajará la guardia en la lucha contra la guerrilla.

Sin embargo, con la reanudación del diálogo, Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno, entró en el Palacio de Convenciones sin hacer declaraciones. Eso sí, hace unos días afirmó durante la Asamblea General de Asociación Nacional de Industriales que de firmar la paz cambiaría la política en Colombia. “La paz implica que la mezcla de armas y urnas desaparece, pero la política, en mi opinión, será más aguda, más controversial, más ideológica, tenemos que estar preparados para eso”, dijo a los empresarios.  

Tampoco dijeron mucho los negociadores de las FARC, con Iván Márquez a la cabeza, que centraron su discurso en el paro agrario que llevan a cabo desde este lunes varios sectores contra el Gobierno. "Que no se criminalice el derecho a la protesta social", pidió Márquez, quien dijo, además, que espera que la "manida costumbre" del Gobierno de identificar "toda manifestación de inconformidad social y popular" con las FARC no dé motivo para "tratamientos violentos" contra los sectores que aprticipen en la huegla.

Aunque el paro fue convocado hace dos meses por el movimiento Dignidad Cafetera, que agrupa a los productores de café colombianos, no se descarta que otros gremios como los agropecuarios, así camioneros y trabajadores de la salud, se unan para reclamar más atención y ayudas del Gobierno.

El vocero de las FARC afirmó que la protesta también debe aprovecharse para pedir al Gobierno que inicie la revisión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que firmó con países como EEUU, "sin consideración de la realidad económica nacional y desconociendo la situación precaria" de muchos sectores productivos.

"El libre comercio implica cero aranceles, cero subsidios, cero barreras no arancelarias, libre flujo de bienes y servicios, todo ello dentro de un marco competitivo. Nada de esto ha sido tenido en consideración por los negociadores colombianos", denunciaron las FARC.

Con información de Efe, Reuters

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