¿Nos encontramos ante una Ciberguerra Fría? Las últimas semanas han salido a la luz escándalos como el de Edward Snowden, quien reveló la existencia de Prism, un programa de la NSA que le permite a la inteligencia estadounidenses acceder a los servidores de las principales compañías de Internet como Google, Facebook, Microsoft. El periodista Marco Sifuentes reflexiona, en su columna de La República,  sobre la herencia de las políticas paranoicas post 9-11 de Bush, que con la tecnología pueden llegar mucho más lejos ¿Hasta dónde?

A continuación compartimos parte de su columna:

¿Sabía usted que Max Kelly, ex jefe de seguridad de Facebook, dejó la red social en el 2010 para irse a trabajar a la National Security Agency (NSA)?

Esa es solo una muestra de las múltiples relaciones que existen entre Sillicon Valley y la agencia del gobierno estadounidense que, en esencia, hace lo mismo que Google, Facebook, Microsoft et al.: recolectar, administrar y analizar millones de datos personales de ciudadanos de todo el mundo.

Al momento de escribir estas líneas, el destino de Edward Snowden era desconocido. Snowden es un otaku de 29 años que no terminó la secundaria pero que, gracias a su talento geek, llegó a ser técnico de la CIA, primero, y luego consultor de la NSA. Una vida moldeada por la ética hacker.

—Snowden es, además, la persona que reveló la existencia de PRISM a The Guardian y The Washington Post. Prism es un programa de la NSA que le permite a la inteligencia estadounidenses acceder a los servidores de las principales compañías de Internet, en teoría, para buscar conexiones con el terrorismo internacional.

—Nuevamente y para que quede claro: Prism puede acceder a las bases de datos de Google, Apple, Facebook, Microsoft, Yahoo y sus servicios como Hotmail, YouTube, Skype, Gmail, Blogger... hasta Instagram.

—El informe de inteligencia diario que recibe el presidente Obama, según Snowden, citó a Prism como fuente en 1.477 ítems durante el 2012. La respuesta de Obama fue, y esto es en serio, que “solo personas no americanas eran objetivos” de Prism. Gracias, Barack.

—El día del escándalo, el Huffington Post tituló su portada como esta columna. En realidad, Prism es una herencia de las políticas paranoicas post 9-11 de Bush. Solo que ahora la tecnología le permite a Obama ir mucho más allá de cualquier sueño disparatado de su antecesor. Después de todo, somos nosotros los que voluntariamente entregamos nuestra información privada.

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