En una edición especial de "La Mula Datera", Gonzalo Banda, politólogo y experto en políticas públicas, analizó el impacto de Alberto Fujimori en la historia reciente del Perú, señalando que "Fujimori fue un dictador que gobernó al margen de la ley y de la Constitución en muchos episodios de nuestra historia".
En entrevista con Martín Sarmiento, Banda destacó que, aunque Fujimori intentó legitimar su poder tras el autogolpe de 1992 convocando a un Congreso Constituyente Democrático y logrando una reelección en 1995, su gobierno se fue deteriorando rápidamente.
“Fujimori se convierte en un dictador cuando desconoce ese mismo orden constitucional que él había creado, especialmente al manipular al Tribunal Constitucional en el año 2000 para justificar una reelección ilegal”, explicó Banda, refiriéndose a la controvertida "ley de interpretación auténtica" que permitió a Fujimori postularse para un tercer mandato.
Contradicciones del legado de Fujimori
A pesar de su historial autoritario, Banda no dejó de señalar que Fujimori fue un hábil político populista.
"Fujimori fue el político populista peruano que ganó a dos de los peruanos más notables del siglo XX, Mario Vargas Llosa y Javier Pérez de Cuéllar, y lo hizo con amplios márgenes", afirmó el analista.
Este aspecto populista del expresidente convivió, según Banda, con su perfil autocrático, lo que añade una dimensión contradictoria a su figura.
Fujimori derrotó a Mario Vargas Llosa en las elecciones de 1990 y fue reelegido en 1995, tras superar a Javier Pérez de Cuéllar, exsecretario general de las Naciones Unidas.
"El hecho de que Fujimori venciera a figuras tan importantes no elimina ni justifica sus violaciones a los derechos humanos, pero sí muestra la complejidad de su figura política", añadió Banda, subrayando la capacidad de Fujimori para conectar con el electorado.
El populismo y el autoritarismo
Para Banda, el caso de Fujimori es un ejemplo de cómo el populismo puede derivar en prácticas autoritarias, algo que, en su opinión, debe tomarse como una lección para la política peruana.
El problema es que Fujimori utilizó su popularidad para concentrar el poder y romper con el orden democrático. Y es algo que debemos recordar porque esa mezcla de populismo y autoritarismo sigue siendo una amenaza para nuestra democracia hoy en día, advirtió el politólogo.
[Foto de portada: AFP]
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