Las recientes declaraciones del ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, sobre la situación alimentaria del país han generado una ola de críticas debido a su desconexión con los datos presentados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Manero afirmó que "en Perú no se pasa hambre y comemos bien", lo que ha sido fuertemente cuestionado al contrastarse con las cifras de la FAO, que revelan un panorama alarmante de inseguridad alimentaria en el país.

Según el último informe de la FAO, Perú es el país con mayor inseguridad alimentaria en América del Sur, afectando a más del 51.7% de su población. Este indicador sitúa al Perú en una posición crítica, superando a otros países de la región que también enfrentan graves desafíos en términos de acceso a alimentos. La inseguridad alimentaria en el Perú ha alcanzado niveles preocupantes, y se estima que millones de personas no tienen acceso suficiente y regular a alimentos nutritivos y seguros.

El informe de la FAO también resalta que la situación ha empeorado en los últimos años debido a una combinación de factores como el cambio climático, la inflación y las repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19. Estos elementos han agravado la desigualdad y han incrementado el número de personas en situación de pobreza, agravando la crisis alimentaria en diversas regiones del país.

En este contexto, las declaraciones del titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) han sido percibidas como insensibles e irresponsables, particularmente cuando él mismo afirmó que "sería parte de las personas que pasan por inseguridad alimentaria grave" al decir que no cena ningún día. Esta declaración ha sido criticada por minimizar la gravedad de la situación que afecta a más de la mitad de la población peruana.

El informe de la FAO subraya que la inseguridad alimentaria en Perú es un problema estructural que requiere medidas urgentes y efectivas. No se trata solo de acceso a alimentos, sino también de la calidad de estos. La organización destaca que una dieta nutritiva y balanceada está fuera del alcance de un gran porcentaje de la población, lo que incrementa los riesgos de malnutrición y enfermedades relacionadas.

La crisis alimentaria también se refleja en las disparidades regionales. En áreas rurales y comunidades indígenas, la inseguridad alimentaria es aún más pronunciada, con índices que superan el promedio nacional. Estas comunidades, que dependen en gran medida de la agricultura de subsistencia, han sido duramente afectadas por la falta de apoyo gubernamental y por políticas públicas inadecuadas.

La FAO recomienda que el gobierno peruano adopte políticas integrales que no solo aborden la producción y distribución de alimentos, sino que también fortalezcan los sistemas de protección social para los sectores más vulnerables. La inversión en infraestructura rural, la mejora de las cadenas de suministro y la promoción de la agricultura sostenible son esenciales para revertir la tendencia de inseguridad alimentaria en el país.

Mientras el ministro Manero intenta proyectar una imagen de suficiencia alimentaria en Perú, la realidad es que el país enfrenta una de sus peores crisis en décadas.

Según la FAO, la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades dietéticas y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y saludable. La seguridad alimentaria se basa en cuatro pilares fundamentales:

1. Disponibilidad de alimentos: Asegurar que haya suficientes alimentos disponibles en todo momento.

2. Acceso a los alimentos: Garantizar que las personas tengan los recursos económicos o físicos para adquirir los alimentos que necesitan.

3. Utilización de los alimentos: Asegurar que los alimentos consumidos sean seguros y nutritivos, y que las personas tengan los conocimientos para preparar y aprovechar los alimentos de manera adecuada.

4. Estabilidad en el suministro de alimentos: Asegurar que las personas no estén en riesgo de perder el acceso a los alimentos debido a crisis repentinas o a condiciones socioeconómicas inestables.

La seguridad alimentaria implica no solo la cantidad de alimentos disponibles, sino también la calidad y el acceso equitativo a los mismos, en un entorno sostenible y a largo plazo.

ministro de desarrollo agrario y riego / andina


[Foto de portada: Andina]


Más en LaMula.pe:

Contundente rechazo a la ministra de Cultura en el Festival del Cine de Lima

"El Huaro": 'Ellas se olvidaron de las cámaras y hablaron como si estuvieran solas'

"Debemos revisar el sistema impositivo y construir una gran coalición": Jorge Nieto