El reciente anuncio de Southern Copper Corporation sobre la viabilidad del proyecto minero Tía María, cuya construcción se iniciaría en 2025, es una provocación, consideró, en La Mula TV, Rodolfo Marquina, coordinador del proyecto Proandina-Descosur.

En una edición especial de "Al Filo" desde Arequipa por #TejiendoCiudadanía, Marquina señaló que en las condiciones sociopolíticas actuales en las que se encuentra el Perú, el mensaje de Southern es como "echar leña al fuego". En entrevista con Javier Torres, mencionó que, en el país, hay dos actitudes: por un lado, hay desmoralización de un sector de la sociedad que ve que no hay salida a la crisis; por otro lado, se nota rabia, cólera y frustración, la cual se va incubando.

En el caso del proyecto Tía María, el anuncio de Southern se presenta como "un llamado hacia la acción", agregó. En este sentido, recordó los antecedentes de la empresa en el Valle de Tambo que explican el conflicto con los agricultores.

Para Marquina hay dos problemas en relación al conflicto minero. En primer lugar, está el problema por el agua y el impacto ambiental del proyecto minero en una zona agrícola. Si bien se promete que el agua usada para la operación minera va a ser desalinizada, el Valle de Tambo tiene problemas de acceso a agua, que actualmente impiden que los terrenos agrícolas estén en su capacidad máxima de siembra, señaló. En segundo lugar, agregó, está el comportamiento de la empresa Southern, la cual tiene antecedentes de contaminación en la región. Marquina mencionó también el caso de la corrupción de dirigentes.

Operando en Perú desde 1952, Southern Copper ha enfrentado múltiples denuncias por contaminación ambiental, como el vertido de relaves en la bahía de Ite y emisiones tóxicas en Ilo. En el distrito de Torata, la empresa ha sido acusada de contaminar agua y aire. En el 2019, se contabilizaron 14 multas de Southern por mal manejo de residuos sólidos, residuos peligrosos, entre otras infracciones sancionadas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).

[Lee también: Tía María: el lado oscuro de Southern Copper y el Grupo México]

Respecto a la aparente mejor relación entre Southern y los agricultores del Valle de Tambo, Marquina sostuvo que este cambio no se ha dado. Señaló que hay diversos intentos de la empresa minera de "ofrecer facilidades" y "servicios", pero que los pobladores consideran que con esos ofrecimientos se les intenta "comprar". Además, señaló las fuertes campañas mediáticas que paga la minera para presentarse como una alternativa de desarrollo en la región.

"Pero no siempre la minería ha significado una salida para las zonas pobres, veamos Cajamarca, Huancavelica, Cerro de Pasco, zonas de explotación minera y eso es un problema porque las políticas públicas en el país no han resuelto la relación de la minería con el desarrollo", dijo el coordinador del proyecto Proandina-Descosur en La Mula TV.

Esta entrevista se da en el contexto del primer encuentro descentralizado en Arequipa de #TejiendoCiudadanía, donde se reunirá a los sectores público y privado, sociedad civil, academia y medios de comunicación para intercambiar ideas y desarrollo de propuestas.

"Tejiendo Ciudadanía. Encuentros por el Perú” es una iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Grupo La República, el Instituto de Estudios Peruanos y la Red Científica Peruana, en alianza con universidades públicas de diferentes regiones, y con el financiamiento de la Unión Europea.


Sobre el proyecto Tía María

En setiembre del 2021, cuando Dina Boluarte era vicepresidenta de la República, la actual mandataria dijo que "Tía María es inviable porque no podemos seguir dañando el ecosistema, no podemos seguir siendo irresponsables con el medio ambiente", dijo Boluarte en declaraciones a Canal N. En ese entonces, Boluarte hizo referencia a una promesa de campaña, la cual se supone iba a cumplir.

Recordemos que en julio del 2019, el Ejecutivo otorgó licencia de construcción a la empresa Southern Copper. LaMula.pe tuvo acceso a los documentos con los que se dio luz verde a Tía María. En la resolución, se incluyeron observaciones como la falta de un estudio hidrológico, información sobre cómo se construiría una planta desalinizadora, un plan de monitoreo y rescate arqueológico; así como aspectos relacionados a la seguridad y salud de los trabajadores.

[Lee también: Tía María y las observaciones que Southern Copper tiene pendientes]

Las protestas contra el proyecto Tía María se iniciaron en el 2010 en el Valle de Tambo, donde los agricultores temen que sus campos de cultivo se vean afectados por la explotación minera a tajo abierto. Ante los reclamos ciudadanos, la UNOPS realizó 138 observaciones al proyecto minero. Sin embargo, la empresa no subsanó todas y los ciudadanos volvieron a protestaren el 2015. Actualmente, es un conflicto socioambiental latente.


Tejiendo Ciudadanía



[Foto de portada: Andina]


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