El lunes 4 de marzo se convirtió en un día emblemático para Francia y el movimiento feminista global, ya que el Parlamento francés aprobó la inclusión del derecho al aborto en la Constitución del país. Esta medida, que refleja un fuerte compromiso con los derechos reproductivos, asegura la protección contra futuras restricciones a este derecho fundamental.
Desde 1974, el aborto ha sido legal en Francia, pero enfrentó la resistencia constante de sectores conservadores. La reciente votación en el Parlamento, que unió al Senado y a la Asamblea Nacional, blindó el derecho al aborto con una mayoría significativa de 780 votos a favor frente a 72 en contra.
El Primer Ministro Gabriel Attal y el Presidente Emmanuel Macron expresaron su orgullo y apoyo a esta decisión, subrayando su importancia no solo para Francia sino como un mensaje universal de libertad y autonomía sobre el propio cuerpo.
La ratificación llega en un momento crítico, ya que movimientos similares en otros países, como el revocatorio del fallo Roe vs. Wade en Estados Unidos, han generado preocupación sobre la seguridad de los derechos reproductivos a nivel mundial. Activistas y feministas en Francia, como Laura Slimani de la Fundación de Derechos Humanos de las Mujeres, han acogido con satisfacción la enmienda constitucional, viéndola como un paso adelante en la prevención de retrocesos en los derechos conquistados.
La aceptación del aborto en Francia es notablemente alta, con alrededor del 80% de la población apoyando el derecho al aborto legal, contrastando con las divisiones observadas en otros países.
Este cambio constitucional se oficializará en una ceremonia de sellamiento el 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, en un gesto simbólico que destaca el compromiso de Francia con los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
[Fuente: France24 / Foto de portada: EFE/Mohammed Badra]
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