Según la Fiscalía, en los últimos dos años, los casos de extorsiones en Perú han aumentado de 4,000 a casi 20,000. Ante esta situación, la acción policial debería ser efectiva y la atención debería ser la mejor para proteger a las víctimas. A pesar de los anuncios del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú (PNP) y las invitaciones a denunciar estos casos con la campaña "Yo no caigo en la extorsión, yo denuncio", testimonios ciudadanos revelan que la realidad es distinta, aunque la PNP quiera ocultarlo, minimizarlo o apelar a solo defender su imagen institucional.

En comunicación con LaMula.pe, un ciudadano, residente de San Miguel (Lima) y repartidor de delivery, ha denunciado amenazas de muerte y extorsiones que ha sufrido tras un préstamo que salió mal. Desde diciembre del año pasado, ha estado recibiendo mensajes amenazantes, y la situación escaló cuando fue amenazado físicamente en su lugar de trabajo el 28 de enero.

"Me interceptaron en Prolongación Mayolo, diciendo que debía pagar porque mi amigo no había terminado de pagar el préstamo. Me amenazaron con quitar la moto", contó.
"Les di 200 soles en el encuentro en Mayolo. Luego, el 17 de diciembre, pidieron 1000 soles. Solo pude darles 400 de mi gratificación", agregó.

La víctima contó que intentó buscar ayuda en las comisarías de Maranga (Precursores) y San Miguel (Costanera), pero sus intentos fueron infructuosos. Asegura que, tras la denuncia de una bala en su caja de reparto y la falta de acciones por parte de la Policía, se siente desprotegido y expuesto a un peligro constante.

Tras la constancia de la bala, se le prometió una investigación, pero hasta la fecha no ha recibido avances. 

"Ayer, en mi centro de trabajo, pusieron una bala en mi caja de reparto. No sé cuándo lo hicieron. Me han puesto en una situación insostenible", señaló la víctima.
"Fui a la comisaría en dos ocasiones, pero no me hicieron caso. La Policía no tomó medidas adecuadas. Me llevaron a la comisaría por la bala, pero al recoger la manifestación, dijeron que no había denuncia", dijo.
"Me han dado solo dos números telefónicos, uno de la comisaría de San Miguel y otro del técnico Zapata. No me siento protegido", finalizó.

Este caso resalta la discrepancia entre el discurso oficial y la práctica en las comisarías, donde las víctimas se enfrentan a la indiferencia y a procedimientos ineficaces.

En junio del 2023, el general PNP Óscar Arriola instó a la ciudadanía a denunciar inmediatamente cualquier amenaza extorsiva, asegurando que la PNP está preparada para actuar con rapidez. Sin embargo, la experiencia de este ciudadano y otros pone en duda la efectividad de estas afirmaciones.

El delito extorsión ha adquirido dimensiones alarmantes, registrándose 19,401 denuncias a nivel nacional solo en el 2023, lo que representa casi cinco veces más que las 4,119 denuncias contabilizadas en 2021. Las zonas más afectadas incluyen distritos del este y norte de Lima Metropolitana, así como la región norteña de La Libertad. La proliferación de bandas vinculadas a organizaciones criminales, como el Tren de Aragua, ha contribuido a la intensificación de la violencia, manifestada en casos de sicariato, ataques armados y detonaciones de explosivos.

la amenaza que recibió la víctima de extosión que no fue atendida adecuadamente en la comisaría de san miguel

-

la bala que finalmente dejaron en su caja de reparto de la víctima


[Foto de portada: TV Perú]


Más en LaMula.pe:

Congreso busca revivir a los jueces sin rostro con la excusa del crimen organizado

"Explorando los márgenes: Rocío Silva Santisteban y su universo de personajes en 'El Quemadero'"

Proyección especial de "No Somos Nada", el documental sobre 'La Polla Records', en San Bartolo