El Gobierno peruano ha anunciado la creación de una nueva categoría dentro de la Policía Nacional del Perú (PNP) denominada "Policía de Orden y Seguridad". Esta propuesta, que busca enfrentar el déficit de más de 40 mil efectivos en la PNP, ha sido recibida con escepticismo y preocupación por diversos sectores.
La nueva categoría "Policía de Orden y Seguridad" dentro de la Policía Nacional del Perú estará integrada principalmente por reservistas de las Fuerzas Armadas. Estos individuos, que ya cuentan con una formación militar previa, serán sometidos a un proceso de capacitación de tres meses para adaptarse a las funciones y responsabilidades específicas de la policía. El perfil buscado para esta nueva categoría es el de personas con experiencia en el ámbito de la seguridad y el orden, pero que requieren una adaptación y formación adicional para desempeñarse en el contexto urbano y en situaciones de seguridad ciudadana. La propuesta ha generado ciertas críticas, ya que se cuestiona la brevedad del período de formación y se pone en duda si la experiencia militar puede traducirse de manera efectiva al ámbito policial sin una capacitación más extensa.
El ministro del Interior, Vicente Romero, defendió la creación de esta nueva categoría y aseguró que los nuevos efectivos "saldrán bien preparados para fortalecer la seguridad ciudadana". Según el comunicado oficial del Ministerio del Interior, Romero destacó que estos nuevos efectivos serán capacitados en temas de derechos humanos, uso progresivo de la fuerza, entre otros, y que su formación será supervisada por la Inspectoría de la PNP.
Sin embargo, el general en retiro, Luis Montoya, expresó su preocupación y posición crítica hacia esta propuesta. En una entrevista realizada por RPP Noticias, Montoya expresó:
"Es muy irresponsable hablar de luchar contra la inseguridad cuando estás debilitando a la Policía Nacional, que es la institución tutelar responsable del combate contra la delincuencia. No puedes crear una policía de orden y seguridad con baja autoestima, con baja responsabilidad, con una formación de 3 meses y con sobre todo sin ninguna autoridad."
Montoya también cuestionó la efectividad de esta nueva categoría y la comparó con la formación que reciben los efectivos actuales de la PNP:
"Si al suboficial que estudia 3 años y al oficial que estudia 5 años, al alférez, no lo respetan estando en la jerarquía dentro del sistema de personal de la Policía nacional, ¿qué podría respetar el ciudadano a estos señores que ya lo estás llamando de distinta manera? Porque no son ni policías ni civiles."
El contexto actual de la PNP es crítico. La Defensoría del Pueblo ha emitido informes que evidencian vulneraciones a los derechos humanos durante protestas, donde se señala a la PNP de ejercer fuerza excesiva y arbitraria. Además, organizaciones internacionales como Human Rights Watch han denunciado abusos brutales cometidos por las fuerzas de seguridad en el país. Por otro lado, la corrupción también ha manchado la imagen de la PNP. Recientemente, la Fiscalía Anticorrupción realizó un allanamiento y detuvo a efectivos policiales por presunto cobro de coimas a comerciantes de cannabis.
En medio de denuncias de corrupción, abuso de autoridad y violaciones a los derechos humanos, la creación de esta nueva categoría policial plantea serias interrogantes sobre su eficacia y sobre si realmente contribuirá a mejorar la seguridad ciudadana en el país.
[Redacción: Jorge Paucar Albino / Foto de portada: Mininter]
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