En los primeros cien días que lleva el gobierno de Pedro Castillo este habría demostrado estar conformado por "gestores de intereses" que están "pagando la factura" por la segunda vuelta de la campaña electoral, sostuvo el antropólogo Raúl Castro, decano de la Facultad de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur (UCSUR).
"Hay un grado de distracción que creo que está pasando los límites y es demasiado explícito la forma de gobernar en este grupo de personas que lo que ha demostrado en estos 100 días es que son principalmente gestores de intereses y están pagando facturas de aquellos que los apoyaron para conseguir el resultado de la primera vuelta. Estamos en medio de un proceso por medio del cual ellos están pagando recibos, están pagando aquellas condiciones que les pusieron, algunos que los apoyaron, como los maestros, por ejemplo, de una facción, claramente identificable; o los transportistas. Es un gobierno de intereses creados, donde una vez más, la noción de instituciones es inexistente, todo es entender la política como la fuerza de la prebenda y la negociación personal", dijo Castro en 'La Resaca'.
En entrevista con Javier Torres y Laura Grados, señaló que si esto ya antes era explícito en gobiernos anteriores, ahora, con Castillo, es "absolutamente abierto y desvergonzado".
"Y yo creo que ya está bien, está bien hasta ahora. Tenemos que exigir en muchos sentidos, en todos los niveles, que haya muchísima mayor fiscalización y vigilancia hacia este gobierno para tratar de controlar las cosas como debe ser, para tratar de neutralizar esos clientelismos tan precarios y mercenarios que estamos viendo", señaló Castro.
¿Cuál sería otra diferencia entre lo que actualmente ocurre en el gobierno de Castillo y lo que ha pasado en gobiernos anteriores? Castro responde:
"En la absoluta improvisación de su estructura y organización, o mejor dicho, la no organización de esto".
El decano de la Facultad de Comunicación y Publicidad de la UCSUR opinó que "son cuatro o cinco personas que de pronto en un proceso de un mes o mes y medio se encontraron con que podían ser gobernantes y no lo esperaban".
"En las últimas semanas de la primera vuelta corren, se establece una corriente de simpatía hacia Castillo, no hacia Cerrón ni Perú Libre, sino hacia Castillo, por lo que representa. Como sabemos, el mensaje que traía, es una metáfora poderosa, la del agricultor, maestro, que viene de una región recóndita, es un cuento de Disney y no esperaban, en ese tiempo, hacerlo. Cuando entraron a segunda vuelta, tuvieron un tiempo en el cual les costó tener un equilibrio, que lograron a través del apoyo que Perú Libre les pudo haber dado, más el grupo de Verónika Mendoza, pero hasta allí llegaban los alcances de sus naturales alianzas", recordó Castro.
Para el antropólogo, la improvisación, la poca visión "que está demostrando el presidente, lo corto de vista de su mirada es tan explícito que no es capaz de entender que hay grupos a los que les está pagando facturas que son absolutamente impopulares".
"Los transportistas, que sabemos nosotros que son un grupo económico social importante, difícil, sobre los cuales hay que trabajar mucho, gente muy buena y honrada, pero también hay de todo y tiene que haber un trabajo institucional con ellos. Y entonces llega esta negociación burda donde se ofrecen cabezas y se tranza. Pasa lo mismo con educación, es realmente lamentable cuando tres o cuatro sucesivos gobiernos, desde el tiempo de García, Humala, todos conscientes de la necesidad de una reforma educativa. Es con García que se instalan los primeros exámenes calificadores de los profesores, luego avanza. Entonces, todo ese consenso social es desbaratado simplemente por un apoyo cortoplacista de determinado grupo tribal. Es muy lamentable", agregó Castro.
El otro nivel a considerar, sostuvo Castro, es el que este gobierno estaría centrándose en las personas y no en las instituciones. Además, señaló que actualmente se estaría proyectando hacia la sociedad a partir de imágenes mediáticas, de "declaraciones para las galerías".
"Y eso es bastante, no solamente evidente, sino también lamentable porque inmediatamente todo se queda en una especie de drama o de puesta en escena o teatralización de lo que es la política desde su perspectiva, sin mayor impacto ni eficiencia. Tienes actores como el exministro Ayala que juegan un papel y que a veces son como personaje de Shakespeare que dicen sí y no, como para crear tensión o emoción en la galería desde su perspectiva y, lamentablemente, es la expresión más triste de lo que se puede considerar gobernar en un país", dijo.
[Foto de portada: Presidencia Perú / Flickr]
Notas relacionadas en LaMula.pe:
Castillo: Segunda Reforma Agraria beneficiará con créditos y semillas de alta calidad a agricultores
