Tras la publicación del libro 'Mitad monjes, mitad soldados' en el 2015, Jaime Baertl dirigió una operación para mover el dinero del Sodalicio de Vida Cristiana fuera del Perú mediante tres offshore en el paraíso financiero en Panamá, según una investigación de Raiza Arroyo y Paola Ugaz, publicada en La República.
Estas tres offshore serían la Fundación San Ignacio, Providential Inc. y Fundación Santa Rosa. La investigación señala que el Sodalicio buscó sacar dinero del Perú primero hacia Panamá para luego trasladarlo a Estados Unidos (Denver) con el objetivo de "no compensar como corresponde a las víctimas de abusos perpetrados por la organización religiosa".
Según La República, el mecanismo del Sodalicio consistía en usar el Concordato. En 1999, se produjo el embargo de una parte del terreno del cementerio Parque del Recuerdo en Lurín a la Asociación Civil San Juan Bautista, que era presidida en ese entonces por José Eguren Anselmi, actual arzobispo de Piura y Tumbes. Luego de esto, el sacerdote sodálite Jaime Baertl Gómez constituyó en Panamá una offshore con un capital de 10,000 dólares que terminó llamándose Fundación San Ignacio.
Ocho meses después, esta offshore pagó una deuda de la Asociación Civil San Juan Bautista por 1 millón 700 mil dólares. De igual manera, esta asociación adquirió el dominio del 50% del cementerio Parque del Recuerdo.
Luego, en el 2000, el arzobispo Eguren informó que se iba a constituir una persona jurídica de la Iglesia Católica para donar el 100% del cementerio junto con la offshore de Jaime Baertl.
"La dirección, administración y control de la persona jurídica estaría a cargo de manera exclusiva del Sodalicio. Las rentas y utilidades también serían para el Sodalicio. El obispo de Lurín aceptó y se constituyó el 24 de junio del 2000 la Misión Cementerio Católico Parque del Recuerdo, que tendría como director general al sodálite Juan Carlos Len Álvarez", señala la investigación.
Según el escrito natural, la Misión Católica del Parque del Recuerdo es una persona jurídica de la Iglesia Católica y goza dentro del territorio peruano de la personería de derecho público interno en virtud de estipulado en el Concordato.
De acuerdo al abogado tributarista Klever Espinoza, citado por La República, si los cementerios se quedaban bajo la titularidad de la Asociación Civil San Juan Bautista, solo habrían estado exonerados del impuesto a la renta.
Según la investigación, este esquema de donaciones ficticias fue replicado en los siete cementerios del Sodalicio en Lurín, Callao, Puente Piedra, Piura, Tacna, Ica y Arequipa. Este mecanismo enriqueció al Sodalicio.
[Foto de portada: Getty Images]
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