"Nos encontramos en un punto crucial de la historia. La humanidad se enfrenta a varias elecciones crudas pero claras. O elegimos lograr reducciones de emisiones rápidas y a gran escala para mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C, o aceptamos que la humanidad enfrenta un futuro sombrío en este planeta", señaló este domingo Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, en la inauguración de la esperada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 en Glasgow.

Y añadió: "Optamos por impulsar los esfuerzos de adaptación para hacer frente a los desastres climáticos extremos actuales y crear resiliencia para abordar los impactos futuros, o aceptamos que morirán más personas, sufrirán más familias y se producirán más daños económicos. O elegimos reconocer que el negocio como siempre no vale el precio devastador que estamos pagando y hacemos la transición necesaria hacia un futuro más sostenible, o aceptamos que estamos invirtiendo en nuestra propia extinción. Se trata de mucho más que del medio ambiente, se trata de la paz, la estabilidad y las instituciones que hemos construido para promover el bienestar de todos".

Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, en la inauguración del la COP26.

Tras una serie de informes y estudios que advierten que se necesita una acción urgente para mantener al alcance el objetivo del Acuerdo de París de limitar los aumentos de la temperatura media global a 1,5° C, la COP26 debe aumentar la ambición climática en todos los frentes y finalizar las directrices de implementación del acuerdo logrado en la capital francesa en 2015 durante la COP21.

“La devastadora pérdida de vidas y medios de subsistencia de este año debido a eventos climáticos extremos aclara la importancia de convocar la COP26 a pesar de que los impactos de la pandemia aún se sienten. Estamos en camino de un aumento de la temperatura global de 2,7°C, mientras que deberíamos encaminarnos hacia la meta de 1,5°C. Claramente, estamos en una emergencia climática, debemos abordarla. Tenemos que ayudar a los más vulnerables a afrontar la situación. Para hacerlo con éxito, ahora es fundamental una mayor ambición”, subrayó. 

Ambición climática

Se requiere una mayor ambición para lograr avances en todos los elementos de la agenda del cambio climático, incluida la reducción de emisiones, colocar la adaptación en el centro de la agenda, abordar las pérdidas y daños causados ​​por eventos climáticos extremos y aumentar la provisión de apoyo a los países en desarrollo.

"El éxito en la COP26 es totalmente posible. El Acuerdo de París es un pacto de esperanza con la humanidad. Tiene todo lo que necesitamos para lograr nuestros objetivos climáticos, pero para liberar plenamente su potencial, necesitamos una implementación completa. Las Partes deben finalizar el trabajo pendiente en el marco del Acuerdo que ha permanecido inconcluso durante demasiado tiempo", destacó Espinoza.

En efecto, cada día que pasa sin poder implementar el Acuerdo de París en su totalidad es un día perdido, cuya acumulación tiene repercusiones en el mundo real para todas las personas, especialmente los más vulnerables.


Financiamiento climático 

Una cuestión fundamental es la prestación de apoyo a los países en desarrollo, especialmente en relación con el objetivo de movilizar US$100.000 millones anuales. El apoyo financiero es fundamental para todos los elementos del régimen del cambio climático, incluida la mitigación, pero también en términos de adaptación, capacidad -construcción, transferencia de tecnología y varios otros elementos. Muchas Partes, especialmente los países en desarrollo, consideran que para avanzar hacia la plena aplicación del Acuerdo de París, primero deben cumplirse los compromisos anteriores.

"Necesitamos aún más ambición y todas las naciones a bordo, especialmente los mayores emisores del G20 responsables de alrededor del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales. También necesitamos que se brinde apoyo a las naciones en desarrollo, otra piedra angular del Acuerdo de París. Esto se relaciona con el compromiso de movilizar US$100 mil millones de los países desarrollados a los países en desarrollo, pero seamos claros: sin el apoyo necesario no podremos embarcarnos en las transformaciones necesarias para alcanzar la meta de 1,5°C. No se trata solo de los 100 mil millones. Necesitamos movilizar miles de millones de dólares".

Acción climática

La finalización de las directrices de implementación del Acuerdo de París permitirá la plena implementación de todas las disposiciones, lo que desencadenará acciones climáticas más ambiciosas por parte de todas sus Partes. Específicamente, las pautas sobresalientes se relacionan con los detalles en torno al objetivo global de adaptación, cómo informar la acción climática y el apoyo de manera transparente, y el uso de mecanismos basados ​​en el mercado y enfoques no comerciales.

La funcionaria de la ONU invocó a que los negociadores que participan en esta cumbre se apoyen en la ciencia para fundamentar sus decisiones y actúen en consecuencia: "Hago un llamado a todas las Partes para que recuperen el espíritu de multilateralismo que dio lugar a la adopción del Acuerdo de París y cumplan sus compromisos en virtud del mismo. El éxito es posible porque tenemos la ciencia. Los datos son inequívocos: el cambio climático es generalizado, rápido, se intensifica y ya afecta a todas las regiones del planeta, tanto en tierra como en los océanos. Necesitamos salir de Glasgow con un paquete de decisiones equilibrado que refleje las posiciones de todos los países. Con la voluntad de comprometernos entre las muchas perspectivas, podemos llegar a soluciones viables y ambiciosas que nos ayudarán a mantener la meta de 1.5°C a nuestro alcance”.

Hace más de dos siglos, el mundo fue completamente transformado por la Revolución Industrial. Fue una era impulsada por la tecnología y la innovación de su época, pero también con los impactos residuales de una mayor división económica y social, el daño ambiental y el cambio climático. "Podemos y debemos aprender las lecciones de la historia -apuntó-. Dejemos que la nuestra sea una era definida por la prosperidad de muchos, en lugar de la ganancia a corto plazo de unos pocos. Que la nuestra sea una era en la que tengamos relaciones más saludables con la naturaleza. Que la nuestra sea una era en la que protejamos nuestra tierra, océanos y biodiversidad".



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