Los miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reunidos en el Congreso Mundial de la Naturaleza en Marsella aprobaron este viernes 10 de setiembre la moción 129 −“evitar el punto de no retorno en la Amazonía protegiendo el 80% al 2025− propuesta por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y otras organizaciones civiles.  

“La moción 129 amplía la conversación sobre la crisis planetaria y las decisiones que van a cambiar nuestras vidas en el futuro próximo. Requerimos medidas urgentes desde la especificidad y diversidad de los ecosistemas y quienes habitan en ellos, de otra forma, la inercia de la política global reflejada en las políticas nacionales nos lleva a un escenario apocalíptico. Los pueblos indígenas venimos a defender nuestro hogar y haciéndolo, a defender al planeta. Esta moción es un primer paso”, dice José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de la COICA y líder de la delegación indígena que ha asistido a este importante evento.

La moción fue apoyada en el Congreso Mundial por un 56% de los Estados y agencias gubernamentales (miembros A) y un 95% de las organizaciones sociales e indígenas (miembros B ). El 38% de los Estados prefirió abstenerse ante la propuesta de proteger la cuenca amazónica.

El horizonte planteado para las metas globales de conservación en el mundo es el año 2030. La deforestación y degradación del bosque amazónico alcanza ya el 17%, los científicos establecen que el punto de no retorno (punto de inflexión o tipping point) inicia entre el 20-25% de destrucción. Las acciones en esta región se vuelven urgentes y de ahí la propuesta al 2025; en nueve años es posible que ya no exista la Amazonía como la conocemos hasta hoy, y así lo alerta la ciencia.

La aprobación de la moción 129 apela al Acuerdo de Durban, un instrumento de la IUCN que fue aprobado en 2003, el cual abre el camino para un nuevo paradigma en el manejo y administración de las áreas protegidas por los pueblos indígenas y comunidades locales. Este modelo de gobernanza es el que se está defendiendo, como un mecanismo para reconocer a quienes habitan los territorios y como medida de mitigación inmediata al cambio climático.

“Actualmente, las áreas protegidas nacionales cuentan con presupuestos nacionales mientras que los territorios indígenas cuya conservación ha mantenido a la cuenca por siglos, no han sido reconocidos en los presupuestos nacionales ni internacionales”, señala Carmen Josse, de la Red de Información Socioambiental Georreferenciada de la Amazonía - RAISG. Esta red Pamamazónica de expertos ofrece datos científicos que sustentan la emergencia de punto de no retorno y oportunidades de protección de la Amazonía.

“Hoy hemos hecho historia. Los pueblos indígenas de la Amazonía estamos en la UICN para seguir en vivo y en persona la votación de esta moción, a pesar de la pandemia, de los asesinatos a nuestros defensores y defensoras, mientras se quema nuestra selva y hogar. Hemos puesto sobre la mesa una opción que nace desde los pueblos indígenas para el mundo”, indica Claudette Labonté, coordinadora de Mujer y Familia de COICA, presente en el Congreso Mundial de la Naturaleza.


¿Por qué es vital la aprobación de la Moción 129?

Esta moción urgente nace de la necesidad de pensar los objetivos globales desde las áreas geográficas específicas. Y esto es lo que dice: 

"El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, en su sesión de Marsella, Francia:

1. SOLICITA al Director General y a los Miembros de la UICN que apoyen las metas de conservación basadas en áreas, con el objetivo de proteger, conservar y manejar de manera sostenible al menos el 80% de la Amazonía para el 2025, en colaboración con y reconociendo el liderazgo de los pueblos indígenas en la Amazonía, asegurando su consentimiento libre, previo e informado, y con el pleno reconocimiento de sus derechos, como los establece la DNUDPI, a sus tierras, territorios y aguas, como medida para garantizar la integridad del ecosistema, detener la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el cambio de uso de suelo, y prevenir llegar al punto de no retorno;

2. EXHORTA a los Estados y Agencias Gubernamentales Miembros de la UICN a garantizar la plena implementación del Acuerdo de Durban aprobado por la UICN en 2003 y la Promesa de Sydney adoptada por la UICN en 2014, en particular sus recomendaciones sobre la cualidad y diversidad de la gobernanza de las áreas protegidas y conservadas;

3. SOLICITA a los Estados y Agencias Gubernamentales Miembros de la UICN en la Amazonia que trabajen con las autoridades de los pueblos indígenas y sus estructuras de gobernanza y reconozcan plenamente y delimiten todas las tierras y territorios ancestrales pertenecientes a los pueblos indígenas y las comunidades locales, y reconociendo sus autoridades de gobernanza local el 2025;

4. ALIENTA a los Estados y Agencias Gubernamentales Miembros de la UICN en la Amazonía a promover esfuerzos para restaurar al menos la mitad de las áreas forestales degradadas en la cuenca amazónica para el 2025;

5. SOLICITA ADEMÁS a los Estados y Agencias Gubernamentales Miembros de la UICN a que promulguen moratorias sobre las actividades industriales que se llevan a cabo en los bosques primarios;

6. ALIENTA a los gobiernos, agencias financieras y otros mecanismos de movilización de recursos a incrementar el apoyo financiero y técnico directo, sostenido y equitativo, por lo menos a un nivel igual al invertido en las áreas protegidas, destinado a los pueblos indígenas para conservar y manejar de manera sostenible sus territorios, incluso para iniciativas lideradas por ellos para la protección de los bosques y una transición ecológica justa como la Declaración para la Protección de las Cuencas Sagradas de la Amazonía; y

7. SOLICITA a todos los Miembros de la UICN apoyar los esfuerzos para alcanzar las acciones descritas."


La Moción 129 fue presentada por COICA y la coalición Amazonía 80 x 2025, con aportes y apoyo de 17 organizaciones, quienes describieron esta votación como el comienzo de un movimiento de conservación nuevo y disruptivo, liderado por los pueblos indígenas. Alentadas por la atención recibida en el congreso de la UICN y el creciente cuerpo de evidencia que respalda su demanda de reconocimiento de los derechos comunitarios a la tierra, las organizaciones indígenas y sus líderes exigen un papel decisivo en la determinación de la mejor manera de proteger los recursos que existen sólo mientras los guardianes permanecen en sus territorios tradicionales.

Ciencia que confirma la emergencia en la Amazonía

La Amazonía ya ha perdido el 17% de su cubierta forestal y un 17% adicional de sus selvas tropicales se ha degradado. Si aumenta la deforestación y degradación forestal y se cruza el umbral del 20-25%, el sistema llegará a un punto de inflexión irreversible que puede traducirse en la muerte regresiva de todo el ecosistema y convertir la región en una sabana.

El sistema fluvial de la cuenca del Amazonas produce el 20% de la descarga de agua dulce del mundo y contiene entre 73 y 100 mil millones de toneladas de carbono. Las pérdidas adicionales en la cubierta forestal podrían causar un cambio irreversible en toda la cuenca, resultando en la pérdida de su capacidad para regenerarse naturalmente como bosque tropical. La evidencia reciente sugiere que algunas partes de la Amazonía ahora están emitiendo más CO2 del que absorben de la atmósfera, y pronto podrían cruzar un punto de inflexión de 20-25% de deforestación. El bosque ya ha perdido el 17% de su cubierta forestal y un 17% adicional de sus selvas tropicales se han degradado.

Esto está en línea con los informes de IPBES y el IPCC que subrayan claramente que la crisis climática y la crisis de biodiversidad se están acelerando rápidamente y que ambas están íntimamente interrelacionadas.

Mientras tanto, los pueblos indígenas ocupan 237 millones de hectáreas en la cuenca del Amazonas, y casi la mitad (45%) del bosque primario en la Amazonía se encuentra en territorios indígenas.

"La evidencia muestra que los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales son los mejores en la protección de la selva amazónica, pero sus territorios están cada vez más amenazados por actividades legales e ilegales. Necesitan del apoyo de la comunidad internacional y de los gobiernos nacionales para que sus territorios sean reconocidos y que se respeten sus derechos humanos. Debemos fortalecer su manejo forestal tradicional, su conocimiento tradicional e identidad cultural y su capacidad para conservar los recursos que son clave para alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad”, resalta David Kaimowitz, gerente del Fondo para Bosques y Granjas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Amazonía por la vida: 80 x 2025 es una iniciativa que nace desde los pueblos indígenas y es un llamado a un pacto para proteger el bosque tropical más grande del planeta, que está al borde del punto de no retorno, principalmente debido a las actividades industriales destructivas, políticas gubernamentales y subsidios públicos dañinos que permiten una mayor destrucción de los bosques.

Esta importante noticia se suma a la de este jueves, cuando la UICN también aprobó la moción 013 que protege a los ríos Marañón, Ucayali, Huallaga y Amazonas frente a los grandes proyectos de infraestructura. 


Fotos: COICA