En diciembre de 2018 el gobierno de turno promulgó la Ley 30884, que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables, prohíbe el consumo de aquellos productos de plástico que son innecesarios, es decir, aquellas que no se pueden reciclar o que representan un riesgo para la salud pública y/o el ambiente. Un cambio de chip para migrar hacia un consumo y producción sostenible del plástico en el Perú. En agosto de 2019 se aprobó su reglamento.

Una iniciativa que establece plazos para la regulación y prohibición del uso, entrega, fabricación y distribución de las bolsas plásticas, sorbetes, envases y utensilios desechables de polietileno y tecnopor. Además indica que en un plazo máximo de tres años los negocios y supermercados deberán reemplazar al 100% las bolsas plásticas no reutilizables que entrega a sus clientes por elementos amigables con el ambiente. Incluso se supone que a partir del 28 de julio del 2021 se prohibiría la fabricación de bolsas de plástico no reutilizable, toda clase de utensilios de difícil degradación, así como de los envases de tecnopor considerados como los más nocivos para el ambiente.

Los comercios y los consumidores empezamos a cambiar costumbres y a usar bolsas de tela y papel, y con ello tratamos de alejarnos de las bolsas de plástico. Sin embargo, llegó la COVID 19 y retrocedimos. Desde el 2020, con la crisis sanitaria el uso de plásticos se ha disparado, no solo miles de millones de mascarillas, sino también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar. Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países. Si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta. 

Despropósito parlamentario

¿Y en Perú? La Comisión de Salud y Población del Parlamento aprobó recientemente un predictamen del Proyecto de Ley 6101/2020-CR, “Proyecto de ley que establece medidas sanitarias adecuadas para proteger al consumidor y garantizar la vida y la salud de las personas frente al contagio de la COVID-19”, presentado el año pasado por una congresista de la bancada de Alianza para el Progreso. Según la iniciativa, se justifica la medida señalando que el uso de bolsas plásticas se ha convertido en la mejor opción para prevenir el contagio por COVID-19, ya que se evita la transmisión del virus a través del intercambio de productos. 

Para Carmen Heck, directora de políticas de Oceana Perú, este predictamen pone en serio peligro lo avanzado por la Ley de Plásticos de un solo uso, y además la justificación de la comisión parlamentaria no tiene sustento técnico ni científico.

"La comunidad científica está de acuerdo en señalar que la principal forma del contagio del virus es la transmisión área y no por contacto con superficies. Incluso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalaron que el contagio por el contacto con objetos contaminados con secreciones (manija de una puerta, una bolsa plástica) es muy bajo frente al contacto directo con personas. Por eso, no llama la atención que el Ministerio de Salud haya opinado en contra del proyecto", señala. Además, la comisión no solicitó la opinión del Ministerio del Ambiente como ente rector en materia ambiental.

Tuit del ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría

Otra afirmación incorrecta -indica- es considerar que la prohibición de expedición de bolsas plásticas ha sido radical, como supone el dictamen. "Por el contrario, la Ley 30884 promueve la reducción progresiva del plástico de un solo uso. Desde su vigencia en diciembre de 2018, a la fecha, la exigencia del impuesto también ha sido gradual. En 2019, el costo de la bolsa de plástico era de S/.0.10, en el 2021 de S/0.30 y el precio va a ir incrementándose hasta alcanzar el monto de S/0.50 en el 2023".

Como se sabe, la degradación de los objetos de plástico de un solo uso toma cientos de años y su acumulación genera impactos negativos en el ambiente y en la salud humana. Sólo una bolsa de plástico puede demorar 400 años en degradarse y un envase hasta 1000 años, según  información del Ministerio del Ambiente.

"La implementación de la Ley 30884, Ley de Plásticos de un solo uso, aprobada con apoyo de las distintas fuerzas políticas del Congreso, ha mostrado avances significativos para evitar la contaminación por plásticos de un solo uso. A un año de vigencia de la ley se dejó de producir 1,000 millones de bolsas plásticas en el país, lo que representa una reducción del 30% y equivale a 420 toneladas de plástico que se dejaron de producir al mes", continúa Heck.

Oceana Perú, organización civil a la que representa Heck, hace un llamado al Congreso de la República para archivar esta iniciativa legislativa, que usa de excusa la emergencia sanitaria para desconocer los avances logrados en materia de contaminación por residuos plásticos en el país.

Aquí la entrevista completa en el programa La Mula Verde.



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