Entre noviembre y diciembre de este 2020, en los gobiernos de Manuel Merino y Francisco Sagasti, agentes del Estado peruano han asesinado a cinco jóvenes en contextos de protestas sociales. Luego de que la institución mostrara resistencia a intentos de cambio tras la muerte de los jóvenes Jack Bryan Pintado Sánchez (22) e Inti Sotelo Camargo (24) en Lima, y la de Jorge Muñoz Jiménez (20) en La Libertad, la Policía Nacional del Perú (PNP) vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Este miércoles, el adolescente de iniciales KRD y el joven Reynaldo Reyes Ulloa fueron asesinados con proyectiles de armas de fuego en medio de la represión contra la protesta de trabajadores agrarios en la provincia de Virú.
Ante ello, la PNP publicó un comunicado en el llama "hechos suscitados" a los asesinatos de los jóvenes e informa que la Inspectoría de la institución está en La Libertad para investigar sobre el "fallecimiento" de los ciudadanos.
La PNP dijo que lamentaba "la pérdida de vidas, cualquiera sea su origen" y señaló que su función es "mantener y restablecer el orden público y proteger los derechos, la salud y la vida de las personas".
Sobre la responsabilidad penal de los que resulten culpables, la PNP señaló que el Ministerio Público ya está investigando el caso.
Recordemos que, pasados más de 45 días, no hay ningún efectivo policial identificado o acusado por los asesinatos de Brayan e Inti. Tampoco hay responsables de las cientos de personas que sobrevivieron a la represión y han quedado heridas.
[Foto de portada: [Foto: Casquillo de bala encontrado en Mendocilla, zona donde se reprimió a trabajadores agrarios en Virú / Gian Masko / Twitter]
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