Un escándalo que se destapó en su gestión, así como otros cuestionamientos a su gestión durante la cuarentena por el Covid-19, fueron algunas de las causantes para que Sonia Guillén pusiera su cargo de ministra de Cultura a disposición. Finalmente, este viernes, el presidente Martín Vizcarra aceptó la renuncia de la arqueóloga.
Guillén es arqueóloga por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y juró al cargo de ministra de Cultura el pasado 7 de diciembre del 2019, y entró en reemplazo de Francisco Petrozzi, quien renunció tras la polémica destitución del periodista Hugo Coya de la presidencia del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP).
El caso que desencadenó la renuncia de Guillen es el de un artista que se hace llamar 'Richard Swing', que ha cobrado al Ministerio de Cultura diversos contratos por una suma total de 175 mil soles. La reacción del Gobierno de Vizcarra fue anular el último contrato por más de 30 mil soles, pero Richard Cisneros exigió que se realice la supuesta charla que iba a realizar, por lo que pidió que se cumpla el contrato y se cumpla con el pago.
Pero este escándalo, no ha sido el único cuestionamiento a la gestión de Guillén. Artistas y trabajadores del sector cultura denunciaron falta de atención oportuna ante la falta de ingresos por la cuarentena. De igual manera, los pueblos indígenas pidieron su renuncia porque señalaron que la atención llegó a destiempo y dijeron sentirse abandonados por el Estado.
[Foto de portada: Andina]
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