¿Cobrar impuestos a trabajadores de clase media alta o a la élite empresarial más rica del país? Esta es la pregunta que se deben estar haciendo ahora las autoridades en búsqueda de posibles medidas para mitigar la crisis económica provocada por el Covid-19.

Así como trabajadores y empresas, el Estado también está dejando de recibir ingresos, por eso la oportunidad de analizar nuevos impuestos. Para el sociólogo Francisco Durand, investigador de las élites políticas y empresariales, la propuesta del gobierno de Martín Vizcarra es "un impuesto falsamente solidario".

"Vizcarra propone un impuesto a la planilla, y eso, en realidad, toca más a la clase media y media alta, y no al 1% o 2% de la población enriquecida. Gravar los ingresos sería viable, pero con un umbral razonable: una persona que gana S/50 mil al mes, por ejemplo, es una persona privilegiada y sí podría pagarlo. Pero el tope de S/10 mil que se ha comentado es un impuesto falsamente solidario", afirma el sociólogo en entrevista a Ojo Público.

Durand considera que la clase media también está afectada con pérdidas de empleo y clientes, por ello afirma que "la solidaridad no puede centrarse en una clase media que también está impactada" por la crisis.

"Lo peor que puede hacer [el Gobierno] es afectar a la clase media porque los ricos van a utilizar este discurso como fuerza de choque para generar rechazo a la propuesta y diluir el debate", afirma.

En la entrevista a Ojo Público, Durand precisa que no bastaría con un solo impuesto porque sería como un parche, sino que debe ser "una batería de impuestos que se implementen de forma gradual". El sociólogo propone:

"Debería ser un impuesto a la riqueza y otro a la acumulación de fortunas, pero también se puede pensar en alícuotas a las ganancias generadas en las acciones de la Bolsa de Valores de Lima".
"Se requiere una reforma tributaria con orientación progresiva que tome en cuenta las distintas formas de alta riqueza. Esto pasa por una decisión política, legal y, sobre todo, técnica, porque hay que saber cuánto se recaudará con cada impuesto y cuál es el costo administrativo que le generará a la Sunat calcularlo y cobrarlo".

Acerca de la norma antielusiva en el país, Durand recordó que esta fue bloqueada desde el 2014 y "recién ahora se podrá detectar casos de elusión de impuestos". 

Por otro lado, pidió tener en consideración un impuesto a la salida de capitales, ante la posibilidad de que se acelere la fuga de estos ante la crisis del Covid-19. En este sentido, recordó el caso del billonario peruano Eduardo Hochschild que hace poco se compró un departamento en Nueva York por 8,5 millones de dólares.

"Hace poco vimos el caso de una familia peruana que compró departamentos en Nueva York en un momento en que los precios en ese país se han reducido en un 7%. Y es por temor al impacto del coronavirus. En este contexto se debería tener en consideración, como parte de este amplio debate, el impuesto a la salida de capitales sobre cierto umbral. El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo propuso hace un tiempo, pero no prosperó".

 Algunos, como el empresario Roque Benavides, afirman que propuestas como el impuesto a los más ricos son "absurdos ideológicos". Al respecto, Durand afirma que "quienes han ganado extraordinariamente bien en el Perú no quieren que les toquen los ingresos". "Estamos hablando del 2% de la plutocracia neoliberal, del miembro del directorio de un banco que recibe US$10 mil de dieta mensual, por un día de reunión a la semana; de los consultores financieros y abogados de los estudios de élite que ganan hasta 20 veces más que sus pares", señala.

Para el sociólogo Durand, ha llegado el momento de debatir el impuesto a la riqueza. Considera que "si se aplica correctamente, puede generar un aporte significativo y con sentido social".


[Foto de portada: PUCP / Punto Edu]


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