Están en emergencia desde antes de la cuarentena y ahora son un verdadero peligro para trabajadores de los centros penitenciarios y para las personas privadas de su libertad. Ante las protestas en diversos penales del Perú (Lima, Huancayo, Trujillo), Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades peruanas que aceleren con urgencia las medidas para reducir el hacinamiento en las cárceles y desplegar una estrategia sanitaria para frenar el brote del Covid-19 en los penales.
La organización pidió que se proteja la salud y la vida del personal penitenciario y de las personas privadas de libertad.
“Las condiciones de insalubridad y hacinamiento de los centros penitenciarios en Perú son deplorables. El gobierno peruano debe implementar de manera inmediata una estrategia para la prevención de contagio de la población carcelaria, garantizando siempre los derechos humanos. Además, debe realizar una investigación imparcial e independiente sobre el uso de la fuerza el día 27 de abril en el penal Castro Castro, donde nueve internos murieron”, dijo Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú .
En los penales Castro Castro, Ancón 2, Huamancaca Chico y El Milagro, los reos han protestado pidiendo alimentos, medicinas y atención ante casos sospechosos de Covid-19. Las últimas cifras reconocidas por el gobierno indicaron que habían más de 650 internos contagiados, 9 personas muertas y 60 heridos, entre reos y personal penitenciario.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, el hacinamiento de las cárceles en Perú es de 140% en promedio y en algunos casos pude llegar a ser de 500%.
[Foto de portada: Andina]
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