El drama que vive Ecuador por la pandemia del nuevo coronavirus se agrava, con la ciudad de Guayaquil, con el 70% de los casos, como el epicentro de la crisis por el manejo de fallecidos, que según cifras oficiales es de 98 y otras 2,800 personas contagiadas con Covid-19 hasta la fecha. Las imágenes de cadáveres en calles y casas han dado la vuelta al mundo y han desatado una oleada de denuncias ciudadanas.

"Mi tío murió el 28 de marzo y nadie viene a ayudarnos. Vivimos al noroeste de la ciudad. Los hospitales decían que no tenían camillas y falleció en casa. Nosotros llamamos al 911 y nos pidieron paciencia. El cuerpo sigue ahí en la cama donde falleció,  nadie lo puede tocar ni nada de esas cosas", relata Jésica Castañeda, sobrina de Segundo Castañeda. Así como  la de ella, hay varias quejas sobre el manejo de la crisis que reportan los medios locales.

El puerto de Guayaquil tiene la mayor tasa de mortalidad del país por Covid-19 y la más alta de Latinoamérica: 1,35 muertos por cada 100.000 habitantes, más que Sao Paulo (0,92), según el médico salubrista Esteban Ortiz, de la Universidad de las Américas de Ecuador. 

Ecuador está en su segunda semana de toque de queda, que va hasta el 5 de abril y que incluye la suspensión de la mayoría de sus actividades, pero la crisis por la que atraviesa Guayaquil —la ciudad más poblada del país, con 2,7 millones de habitantes— pone en evidencia la incapacidad de las autoridades para actuar a tiempo. 

Hay al menos 76 fallecimientos que no todavía no han podido ser confirmados como vinculados con el Covid-19, porque las pruebas no llegaron a tiempo o no fueron concluyentes. Ese es el caso de Rosa Romero, que enfrentó la pérdida de su pareja, Bolívar Reyes, aparentemente por un infarto no relacionado con el virus. 

"En criminalística nos dijeron que lo habían llevado al Hospital del Guasmo, fuimos a averiguar pero no estaba registrado por ningún lado", contó a la AFP esta ama de casa de 51 años, que debió esperar hasta el día siguiente del deceso para que el servicio forense retirara el cadáver de su vivienda. Una semana después, no sabe dónde está.

El toque de queda de 15 horas detuvo el trabajo de cementerios y funerarias, que además se muestran reacias a lidiar con los muertos por miedo a que hayan perecido por el nuevo coronavirus y sean fuente de contagio. 

El Gobierno ecuatoriano, que en principio había evitado pronunciarse o a vincular esta situación con el impacto del virus en Ecuador, acabó retrocediendo y anunció  un informe semanal sobre los decesos en general, para de sincerar las estadísticas inusualmente altas de muertos de la última semana frente al promedio anual. 

Pero el problema es que las autopsias están restringidas y Ecuador, pese a ser el segundo país de la región en fallecidos y tercero en contagios, es uno de los que menos pruebas ha tomado: apenas 9.019. "La realización de las pruebas es lo único que nos confirman que los decesos se ha dado por Covid-19. Tendremos más datos cuando lleguen las pruebas rápidas", dijo el viceministro de Salud, Ernesto Carrasco.

La denuncias ciudadanas provocaron la reacción del Gobierno, que planteó abrir un espacio para inhumaciones colectivas. Incluso se habló con las autoridades ediles de Guayaquil para habilitar una fosa común que finalmente fue replanteada para garantizar entierros individualizados. Luego, se permitió a los cementerios que extiendan su horario hasta las cinco de la tarde, más allá del toque de queda de las dos de la tarde para reducir las filas de espera en sus puertas.

El comandante de la Armada Nacional, Darwin Jarrín, quien asumió el 30 de marzo la coordinación militar y policial para la provincia del Guayas, dijo a la BBC Mundo que hasta el jueves 2 de abril, a más tardar, estarán enterrados todos los fallecidos en Guayaquil. 

"El Ministerio de Salud entrega en los hospitales el acta de defunción, Policía y CTE (Comisión de Tránsito del Ecuador) trasladan los cadáveres a los dos cementerios -Parques de La Paz en la Aurora y el Panteón Metropolitano en la vía a la costa- y las fuerzas armadas los entierran", señaló Jarrín.

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