César Villanueva seguirá bajo prisión preventiva por el caso Odebrecht, luego de que este martes el juez Jorge Chávez declaró infundado el pedido de apelación presentado por la defensa del exgobernador regional de San Martín. 

En su decisión, el magistrado del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado en Delitos de Corrupción, argumentó que la defensa legal del imputado "no pudo rebatir el sustento del Ministerio Público respecto a un peligro procesal".

El exministro había solicitado que responda al proceso en su contra con arresto domiciliario a causa de su delicado estado de salud y por su edad (73 años), al advertir que la insuficiencia renal que tiene se le agudizó durante su encierro.

Sin embargo, el juez Chávez solo instó a que se le otorgue todas la garantías a Villanueva durante su permanencia en prisión, para que se asegure el derecho que le asiste a la salud.

Sobre el expremier pesa un mandato de 18 meses de prisión preventiva, en el marco de la investigación por presuntamente haber recibido pagos ilícitos de Odebrecht que ascendieron a US$320 mil, para favorecer a la constructora con la buena pro de la carretera San José de Sisa durante su gestión como gobernador regional de San Martín.

Jaime Bustamante, abogado de César Villanueva, adelantó que apelará la decisión del juez Chávez este miércoles, al alegar que el nivel de peligro procesal en el caso de su cliente ha disminuido.

Cuando el juez Hugo Núñez declaró fundado el pedido de la fiscalía y ordenó los 18 meses de prisión preventiva, en su resolución, destacó los puntos claves, como el hecho de que Villanueva contactó al fiscal superior Alberto Rossel Alvarado, a través de un amigo suyo, el empresario minero José María Santisteban Zurita.  

El expremier buscaba que Rossel lo patrocine, pero como su cargo de fiscal se lo impedía, involucró a su hijo, Alberto Rossel Obando, un abogado de profesión sin experiencia, tal como se evidencia en una llamada telefónica del 2 de setiembre de año pasado, entre el fiscal Alberto Rossel y su interlocutor. "Yo voy a batutear eso pero mi hijo es el que va a sacar pecho", dijo.

Por ello, la resolución judicial respalda la tesis fiscal de que quien venía ejerciendo la defensa fáctica de Villanueva Arévalo eera el fiscal superior Alberto Rossel, con el objetivo de este este interceda ante personal del despacho del fiscal del equipo Lava Jato Germán Juárez, que tiene a su cargo la investigación por las coimas de Odebrecht. 

En ese contexto, Rossel estableció contacto con el fiscal Alexander Taboada, que era el adjunto de Juárez. Lo hizo a través del fiscal provincial Ronald Chafloque, un viejo conocido de Taboada, que ya fue separado del equipo Lava Jato. 

Así, los fiscales Chafloque y Taboada coordinaron un primer encuentro, que se hizo el 11 de octubre del 2019, en el que se reunieron con Alberto Rossel Alvarado en el Café Lima, ubicado en Jirón Carabaya. Luego, hubo otras dos reuniones: el 13 de octubre en la casa de Villanueva, donde asistieron Alberto Rossel Alvarado y José Santisteban Zurita; y el 14 de noviembre, cerca a la Clínica Internacional, con la presencia de los mismos.

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