La compañía minera Antapaccay, filial peruana de la transnacional suiza Glencore, aseguró que los trabajos de construcción del mina Coroccohuayco, ubicada en la provincia de Espinar, región Cusco, no se iniciarán sin que culmine el proceso de consulta previa de un proyecto que se desarrollará sobre territorios indígenas y cuyos posibles impactos preocupan a los habitantes de comunidades aledañas.
Así, la empresa negó las versiones de un inicio de las labores por una presunta compra de maquinaria pesada a través de un comunicado, en el que asegura que no iniciará la construcción del proyecto, ni adquirirá bienes, ni contratará servicios hasta conocer los resultados de la consulta previa. "Respaldamos y apoyamos el proceso de consulta previa del proyecto Coroccohuayco que viene siendo llevado a cabo por el Ministerio de Energía y Minas", señala la minara en la nota.
En 2014, Glencore presentó la iniciativa Integración Coroccohuayco como una ampliación de Antapaccay, una mina que nació el 2012 del mismo modo, como una extensión de su antecesora Tintaya, pero para el inicio de las operaciones de Antapaccay no se realizó la consulta previa, a pesar de que la ley que regula este mecanismo estaba vigente y que el proyecto se ubica en territorio de la comunidad Huini Coroccohuayco, que forma parte del pueblo quechua K'ana, reconocido así en la base de datos oficial del Ministerio de Cultura.
En abril de 2018, la gigante suiza presentó al Servicio Nacional de Certificación Ambiental (Senace) el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) modificado de Antapaccay, donde se incluye el nuevo proyecto de Coroccohuayco.
Desde entonces, la comunidad de las zonas de influencia, que reúne a 800 familias, solicitaron al Senace que las modificaciones al EIA sean debatidas e informadas de manera pública.
En octubre de ese año, los comuneros denunciaron construcciones de la minera cerca de bofedales, caminos y fuentes de agua en sus territorios, por lo que la Defensoría recomendó al Senace realizar "consulta previa de aquellas medidas administrativas que impliquen afectaciones directas a los derechos colectivos de los pueblos indígenas".
Ahora, la filial peruana de Glencore sostiene que Coroccohuayco es un proyecto que contribuirá a la nivelación de la producción de cobre, que en Antapaccay viene teniendo una disminución paulatina; es decir, alega que no habrá más producción sino mantener los actuales niveles para poder seguir proporcionando más empleo, más proyectos sociales, entre otros beneficios a las comunidades de su entorno.
"Para la empresa es primordial el respeto de los derechos humanos por lo que seguirán apostando por mecanismos de diálogo y comunicación abierta y transparente que permitan llegar a buen puerto, buscando el desarrollo de la provincia de Espinar y sus distritos", subraya la mina en el comunicado.
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